La nueva directiva de la UE supone un riesgo inminente para el suministro de medicamentos en Europa. La reciente implementación de una directiva de la Unión Europea sobre el tratamiento de aguas residuales ha encendido alarmas en la industria farmacéutica, especialmente en Grecia. Este nuevo marco normativo, que busca abordar la contaminación y mejorar la sostenibilidad ambiental, podría tener consecuencias devastadoras para el suministro de medicamentos en todo el continente.
1Una medida que podría crear una crisis en el sector
La Asociación de Empresas Farmacéuticas de Grecia (SFEE), junto con otras organizaciones del sector, advierten que esta nueva directiva de la UE podría acarrear una crisis de escasez de medicamentos, poniendo en peligro la salud de millones de pacientes europeos que dependen de tratamientos esenciales.
La directiva impone una carga financiera significativa al sector farmacéutico, obligándolo a asumir costos desproporcionados relacionados con la eliminación de microcontaminantes en las aguas residuales. Se estima que el 80% de estos gastos recaerán sobre la industria, lo que podría comprometer la viabilidad económica de muchos medicamentos, especialmente los genéricos, que son fundamentales para el tratamiento de diversas enfermedades. La preocupación se centra en que, sin un ajuste adecuado a estas nuevas exigencias, podríamos enfrentar discontinuidades en el suministro de fármacos críticos.