El socarrado presidente valenciano Carlos Mazón sigue intentando ganar tiempo antes de evitar la inevitable poda que realizará en su Consell como intento de supervivencia tras su infame gestión de la DANA.
Mazón se ha escondido a las preguntas de RTVE o incluso a las de la televisión autonómica valenciana À Punt, que está realizando una cobertura muy digna sobre las consecuencias que dejó el paso de la DANA por el Levante.
ÁBSIDE MEDIA, VOCENTO Y PRENSA IBÉRICA
El presidente de la Comunidad Valenciana está utilizando a los medios de la Conferencia Episcopal como vehículo comunicativo para justificarse, decir medias verdades e intentar culpar al Gobierno de España de sus innumerables errores.
Sin embargo, Mazón se ha prestado a ser entrevistado sin apenas preguntas incómodas en ‘Herrera en COPE’ (Cadena COPE), ‘El Cascabel’ (Trece) o ‘El Faro (del canal regional eclesial La 8 Mediterráneo, que está presidido por el histórico José María Mas Millet e intentó ocupar sin suerte el hueco que dejó el cierre del Canal 9).
Vocento es otro de los grandes apoyos del dirigente, que hasta hace unos días como un valor al alza dentro del Partido Popular. ABC titulaba el sábado que «La izquierda valenciana aprovecha una protesta contra Mazón por su gestión de la DANA para cobrar protagonismo».
Y Las Provincias, también editado por Vocento, ha regresado a los tiempos más oscuros de María Consuelo Reyna, que aparece brillantemente retratada junto a un émulo de Eduardo Zaplana en el muy recomendable film ‘Valenciana’. El diario regional ha apostado por un bajo perfil bajo y por realizar una vaga y equidistante crítica a los gobiernos de la Comunidad Valenciana y España
Esa misma estrategia ha adoptado el líder de la región, Levante-EMV, antaño faro progresista valenciano y hoy arrastrado hacia posiciones conservadoras por el giro ideológico de su editor, Prensa Ibérica (que ha pasado de lanzar un anémico diario ‘sanchista’, El Periódico de España, a sumarse al hegemónico coro antigubernamental).
BUEN PERIODISMO
Radio Televisión Española está realizando una soberbia cobertura sobre la DANA, pese a la escandalosa falta de reflejos que mostró en el ‘Día D’ el Canal 24 horas (similar al de la prensa y contrario al de emisoras como la Cadena SER, que avisó la que se avecinaba con Carles Francino y se volcó tras la tragedia con Aimar Bretos a la cabeza, y Onda Cero, que mantuvo a Carlos Alsina sobre el terreno en plenas elecciones norteamericanas).
En las investigaciones sobre la DANA cabe destacar la labor de dos periódicos, El Mundo y El Confidencial, que han dejado las trincheras ideológicas y están firmado unas impecables piezas de investigación.
LA SOBREMESA ETERNA
La alargada sobremesa de Mazón junto a la periodista Maribel Vilaplana está mucho que dando que hablar. El president asegura que ofreció la dirección de la televisión autonómica À Punt, sin contar con el visto bueno del Consejo de Administración. A Mazón, que se incorporó al Gabinete de crisis pasadas las 7 de la tarde, está socarrado por su ágape convertido en pecado original.
Federico Jiménez Losantos dice con mala baba en Libertad Digital que el delicado almuerzo ha impedido a Mazón protagonizar el choque de administraciones que promovía Génova 13, con el inefable Miguel Tellado a la cabeza.
«Una semana pasó sin enterarnos de su almuerzo interminable con la ebúrnea Maribel Vilaplana, a la que rinde tan pública admiración que sólo tardó un minuto el sicariato mediático pre-escolar en recuperarla en vídeo. Pero tal rapidez plantea una duda: ¿conocía el Gobierno, socialista ‘que lo sabe todo de todos’, como presumía Rubalcaba, esa cita tan comprometida de explicar, en casa o la calle, que Mazón ocultó? ¿Esa difícil explicación lo echó en brazos de Sánchez? ¿Lo presionó con revelar ese secreto el que llamó «querido presidente» y por eso se ha negado a reclamar el estado de alarma que pedía el PP?», dice el locutor.
CHISTES Y PALOS
La revista satírica Mongolia se ha mofado porque Mazón no cogía ni las llamadas de la vicepresidenta Teresa Ribera, ni tampoco las de su mujer, y dicen que la consejera Salomé Pradas creía que la Alerta Naranja era una oferta de cítricos del Mercadona.
Felipe VI y doña Letizia también han sido objeto de mofas: la propia Mongolia abre portada de noviembre con la pareja manchada de barro bajo el título «Recuerdo de Valencia», y el espacio humorístico catalán ‘Polònia’ ha realizado un paralelismo entre el NO-DO y la cobertura mediática que disfrutó el jefe de Estado tras su imprudente visita a Paiporta.
El Mundo Today, por su parte, vuelve contra Pradas: «La consejera responsable de emergencias dice que desconocía hasta esa tarde que los valencianos tenían móviles».