El ayuno intermitente es un patrón alimenticio que alterna periodos de ingesta con otros de abstinencia, aportando diversos beneficios para la salud. Se ha relacionado con la mejora del metabolismo, ya que promueve la sensibilidad a la insulina y favorece la quema de grasas. Además, puede contribuir a la pérdida de peso y la reducción de la inflamación, apoyando la salud cardiovascular. Estudios sugieren que el ayuno intermitente favorece la autofagia, un proceso celular que ayuda a eliminar desechos y reparar tejidos. También mejora la claridad mental y la concentración, al tiempo que promueve la longevidad y el bienestar general. Por eso, a continuación te contamos varios consejos para que este proceso sea más efectivo y no pases hambre.
2Si quieres empezar con el ayuno intermitente, empieza poco a poco
Si deseas comenzar con el ayuno intermitente, es importante hacerlo de manera gradual. Empieza por reducir ligeramente tu ventana de comida, por ejemplo, ayunando durante 12 horas y aumentando progresivamente el tiempo. Escucha a tu cuerpo y ajusta el proceso según cómo te sientas. Evita cambios drásticos que puedan generar malestar o frustración. Mantén una alimentación equilibrada durante el periodo de ingesta y asegúrate de hidratarte bien. Con el tiempo, tu cuerpo se adaptará, y podrás disfrutar de los beneficios sin sentirte abrumado.