Solo falta que MasOrange y Vodafone firmen el acuerdo definitivo para cerrar la NetCo que anunciaron formar el pasado mes de julio, para que se cierren los tres lados del «triángulo de la fibra» por el que se establecería la casi total colaboración, junto a Telefónica, entre los tres grandes operadores de red FTTH española. Sería el tercer acuerdo de estas uniones a dos bandas, ( ya se ha cerrado la fiberco de Telefónica con Vodafone y el IRU entre Telefónica y MasOrange), van a sortear las normas regulatorias de la UE formando un triangulo mayorista muy similar al que podría haberse dado con un macro acuerdo entre las tres empresas, que jamás se habría permitido en Bruselas.
Justo minutos después de presentar sus resultados del tercer trimestre del año, Telefónica anunciaba este jueves que junto con Vodafone España, habían acordado los términos definitivos para la creación de una «sociedad conjunta para la compartición de red FTTH (FibreCo), en la que Telefónica España tendrá un 63% del capital y Vodafone España un 37%».
El CEO de Telefónica, Ángel Vilá, tenía mucho interés en hacer coincidir con la presentación de resultados buenos, pero lastrados por los cambios de divisas latinoamericanos y el bajo ritmo de reducción del apalancamiento, con el anuncio del acuerdo con el fondo inglés Zegona, dueño de Vodafone en nuestro país desde finales de mayo de este año. El futuro pinta bien para las compañías con estas uniones que optimizan las inversiones en infraestructuras de fibra.
Según indicó Vilá en la conferencia de analistas, el grupo está satisfecho con el éxito reciente «en el negocio mayorista» y confirma el camino de estas rúbricas al indicar que «aprovechando la calidad superior de nuestra red y nuestra experiencia, ampliamos todos los acuerdos existentes e incorporamos otros nuevos con condiciones racionales y que generan valor«. Así, desde Telefónica entienden que su negocio mayorista «está asegurado a largo plazo y tenemos mayor visibilidad y estabilidad en el mercado en general y de cara al futuro», y apuestan por los vientos de cambio en la UE ya que creen que «el proceso de desregulación en curso está creando nuevas oportunidades en el mercado español».
en el acuerdo entre Vodafone y Telefónica queda pendiente de conocer el nombre del socio financiero en la nueva compañía, seguramente un fondo inversor, cuya entrada es inminente y se producirá antes de que finalice este año
El acuerdo es «un paso importante en los movimientos de consolidación del sector de la fibra en España», según los analistas del mercado de las telecos, que aseguran permitirá a Vodafone un acceso adecuado a la huella de fibra de Telefónica y a esta última le asegura un cliente a largo plazo. No obstante, queda pendiente de conocer el nombre del socio financiero en la nueva compañía, seguramente un fondo inversor, cuya entrada es inminente y se producirá antes de que finalice este año. Ese socio capitalista permitirá a Zegona obtener financiación para mejorar su posición en España.
El acuerdo, que confirma el «de intenciones» firmado el 24 de julio por ambas empresas, es «positivo para el resto de los operadores en el ecosistema, ya que aporta claridad y estabilidad al mercado», según los analistas consultados por MERCA2. La NetCo firmada cubrirá aproximadamente 3,6 millones de unidades inmobiliarias y permitirá a ambas partes maximizar el uso de la red FTTH actual, así como capturar eficiencias, tanto de la red existente como de sus futuras evoluciones tecnológicas.
La nueva compañía va a prestar servicios de fibra óptica a ambos operadores firmantes, que podrán dar servicios mayoristas y minoristas que calculan sumen 1,4 millones de clientes, es decir, un nivel de penetración de aproximadamente el 40% del mercado.
MASORANGE Y EL IRU CON TELEFÓNCIA
El pasado 11 de septiembre se conoció que Telefónica y Masorange habían firmado en agosto sin publicitarlo un pre acuerdo para compartir fibra óptica, de manera que la nueva joint venture accedería a partir de entonces a la infraestructura de red FTTH (Fibra hasta el hogar) de la centenaria operadora, lo que supone el acceso a 3,5 millones de accesos a unidades inmobiliarias en localidades españolas que faltaban por determinar. Se trataría de un contrato conocido por las siglas IRU (de inglés Indefeasible Right o Use, o Derecho de Uso Irrevocable), casi como un matrimonio de difícil o imposible anulación, porque sus plazos son de varias décadas.
El IRU proporciona a MasOrange acceso a red de fibra donde no cuenta con la suya propia, que supera los 17 millones de unidades inmobiliarias, de manera que así puede olvidarse de invertir en nuevas infraestructuras para crecer en clientes de fibra orgánicos, y también evitar redundancias de cableados en aquellas fachadas donde ya llega la conectividad a internet.
Lógicamente, aunque los términos del acuerdo económico no han trascendido, tal y como publicó en su momento Expansión, la cantidad a pagar MasOrange a Telefónica podría ser de la mitad de lo que ha constado el tendido de esa red, lo que le confiere la característica de co-inversor, lo que supone un gran ahorro en el pago del acceso mensual a cada línea de fibra. Telefónica gana porque asegura un cliente casi eterno, que no se convierte en un competidor feroz al no continuar desplegando su propia red, y le permite mantener otros clientes como los operadores locales y regionales.
SOLO FALTAN POR FIRMAR MASORANGE Y VODAFONE
Solo queda esperar que MasOrange y Vodafone España formen su propia NetCo, tal y como anunciaron el pasado día 24 de julio que harían cuando desvelaron que habían firmado una «carta de intenciones confidencial no vinculante que establece los principales términos propuestos para un acuerdo de uso compartido de redes a nivel nacional».
Esto se traduce en una nueva sociedad de red de fibra compartida que sumaría una huella de fibra de 11,5 millones de instalaciones en nuestro país y que, al igual que con la compañía formada por Telefónica y Vodafone España, incorporarán un tercer inversor de capital que aporte liquidez a la nueva compañía. En esta joint venture con MasOrange, se prevé que Vodafone tenga un 10% de participación, MasOrange el 50% y un tercer inversor el 40% restante.