El regreso del crecimiento de las ventas de los grandes negocios en línea podría ayudar a Asos a recuperar las ventas a precio completo. En este sentido, la aceleración de las ventas de comercio electrónico fue liderada en gran medida por las pequeñas empresas, con ganancias probablemente más lentas en Asos.
Sin ir más lejos, Asos ha tenido cuatro años turbulentos. Antes de la crisis de Covid-19, la rápida expansión y la falta de capacidad de gestión se combinaron para causar errores creativos, problemas de almacenamiento y, en la última instancia, una desaceleración de la demanda y una menor rentabilidad.
«Esperamos que Asos finalice el ejercicio 2024 con una deuda neta de 302 millones de libras esterlinas, y que tras la refinanciación y la venta de la participación en Topshop, junto con la suposición de un mejor rendimiento subyacente durante el ejercicio de 2025 (aunque, por supuesto, la visibilidad sobre esto es nublada», explican los analistas de JP Morgan.
EL TRASPIÉ DE ASOS
En este contexto, el plan de Asos pasa por volverse más ágil, simple y eficiente, abordando áreas clave de bajo rendimiento como la economía de la cesta de la compra, el surtido, el abastecimiento y la gestión de inventario, pone el crecimiento de las ventas y la expansión del margen ebitda a su alcance en el año fiscal 2025.
Bien es cierto que la empresa está reduciendo el volumen pro artículo y aumentando su flexibilidad con el modelo de prueba y reacción. Además, no hay que olvidar que el programa de reducción de costes de 350 millones de euros y una entrada de capital de trabajo pueden respaldar la generación de efectivo de Asos en 2024.
LA VENTA DE UNA PARTICIPACIÓN DEL 75% EN TOPSHOP AYUDAN A REDUCIR LA DEUDA NETA DE ASOS
En este sentido, Asos tras haber resuelto los problemas de financiación a través de un nuevo bono convertible y la ampliación de una línea de financiación de 275 millones de libras, la venta de una participación del 75% en Topshop ayuda a reducir la deuda neta en unos 150 millones de libras. La estrategia de Asos de crear una base para las ventas a precio completo y la recuperación de las ganancias.
No obstante, frente a la solución de sus problemas de financiación, Asos ha cerrado un almacén y Boohoo ha cerrado tres almacenes con el objetivo de reducir costes debido a la baja demanda y el alto coste del capital. Y es que, los minoristas electrónicos europeos invirtieron una cantidad significativa en la construcción de nuevos almacenes durante la pandemia.
El margen básico de Asos debe mejorar para compensar la pérdida de 12 a 22 millones de euros de ebitda de Topshop, por lo que es probable que se produzcan rebajas en la calificación fiscal de 2025. La compañía de e-commerce Asos se quedaría atrás de sus rivales y se prevén que las ventas caigan entre un 5 y un 15% de cara al cierre del ejercicio fiscal de este 2024.
EL DESAFÍO DE ASOS DE PODER COMPETIR CON ÉXITO CONTRA OTROS MINORISTAS DE MODA RÁPIDA
«Con muchas de las iniciativas de costes estratégicos del grupo que ahora están llegando a su fin, si las ventas resultan más débiles de lo esperado, compensar cualquier despalancamiento operativo incremental el próximo año podría resultar un desafío», indican los expertos analistas de JP Morgan.
Dada la forma de la cuenta de resultados del segundo semestre de 2024, combinada con otras iniciativas de rentabilidad para el ejercicio de 2025, en concreto, los analistas del mercado modelan un ebitda/margen para el ejercicio para el ejercicio de 2025 de 175 millones de euros, un 5,4%. Además, modelan una caída de ventas del -6% interanual, anteriormente del -2%.
Si bien, es evidente que se han logrado avances en el negocio, en general, y combinado con la opinión de los expertos de que las perspectivas de crecimiento a mediano plazo para las actividades puramente textiles parecen cada vez más difíciles, siguen prefiriendo mantenerse al margen.