• La técnica, que consiste en la aplicación de calor dentro del nódulo mediante la introducción de una aguja para conseguir la reducción del tamaño del nódulo y evitar su crecimiento posterior, es ambulatoria, no implica molestias para el paciente y se realiza con anestesia local en menos de una hora
  • La coordinación entre radiólogos y endocrinólogos para la aplicación de esta técnica la convierte en una estrategia eficaz, tanto desde el punto de vista de los resultados en salud como de experiencia de los pacientes y permite responder al aumento de la demanda sanitaria en este ámbito
  • El hospital madrileño realiza ya más de 70 termoablaciones de nódulos tiroideos al año, técnica que aún tiene muy poca implantación en España

Los nódulos tiroideos son pequeños bultos o masas que se forman en la glándula tiroides, situada en la base del cuello, y que afectan a la mitad de la población. Aunque en el 95 por ciento de estos casos se trata de elementos benignos, pueden seguir creciendo a lo largo del tiempo y, en muchos casos, producen molestias locales o problemas estéticos que obligan a su eliminación. Tradicionalmente esta eliminación se ha realizado mediante cirugía con anestesia general, con los inconvenientes y riesgos que ello conlleva, pero actualmente la técnica de termoablación permite la reducción del tamaño de estos nódulos de forma más ágil e inocua.

El aumento del número de nódulos detectados en los últimos tiempos como consecuencia de la mejora de las técnicas de detección por imagen ha derivado en un incremento de las consultas por esta causa, que requiere una adecuada respuesta desde el punto de vista de la gestión sanitaria, un reto frente al que también la termoablación se presenta como una estrategia eficaz, tanto desde el punto de vista de los resultados en salud como de experiencia de los pacientes.

Este escenario ha llevado al Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz a celebrar recientemente su I Jornada Teórico-Práctica de Termoablación en Patología Tiroidea, organizada por los doctores Manuel Gargallo, coordinador de la Unidad de Nódulo Tiroideo del Departamento Endocrinología y Nutrición del hospital, donde se realiza la identificación y valoración de estos nódulos, y Eduardo Crespo, jefe del Servicio de Radiología Vascular Intervencionista, área a la que corresponde su termoablación.

Como explicaron en la presentación de la jornada los doctores Clotilde Vázquez y Jaime Fernández, jefes respectivos de los departamentos de Endocrinología y Nutrición y de Radiodiagnóstico de la Fundación Jiménez Díaz, el objetivo del encuentro fue «compartir con endocrinos y radiólogos de diversos centros hospitalarios los conocimientos actuales sobre el manejo del nódulo tiroideo mediante la técnica de la termoablación o eliminación mediante calor de las células dañadas en la tiroides».

La termoablación de los nódulos tiroideos consiste en la aplicación de calor dentro del nódulo mediante la introducción de una aguja para conseguir la reducción del tamaño del nódulo y evitar su crecimiento posterior. Se trata de una técnica ambulatoria que no implica ningún tipo de molestia para el paciente y que se realiza con anestesia local en menos de una hora, lo que ayuda a responder a la demanda sanitaria sin contribuir a la saturación de los servicios de Cirugia.

«En la Fundación Jiménez Díaz venimos desarrollándola intensamente desde hace cinco años gracias a la coordinación de radiólogos y endocrinólogos», afirmó el Dr. Gargallo. Por su parte, el Dr. Crespo añadió que en el hospital madrileño se realizan ya unas 70 termoablaciones anuales, frente a la madia de cuatro o cinco que se llevan a cabo en los escasos hospitales españoles en los que se utiliza esta técnica».

Una jornada intensa

En la jornada se abordó desde distintas ópticas el momento actual de esta técnica, se analizaron las distintas opciones existentes y se visualizaron dos casos y su tratamiento correspondiente. Como aseguran sus organizadores, «el diálogo, que fue vivo y enriquecedor, puso sobre la mesa la cuestión de cómo abordar el procedimiento, desde la convicción de que una generalización de esta técnica favorecería tanto a los pacientes afectados, que verían atendido su problema con mucha mayor celeridad, como al propio sistema sanitario, que encontraría en la aplicación de esta estrategia una ayuda en la gestión de las áreas quirúrgicas».

A la vista del éxito del encuentro, al que asistieron más de 60 especialistas, endocrinólogos en su mayoría, pero también radiólogos, de distintos hospitales madrileños en los que todavía se emplea poco la técnica de la termoablación del nódulo tiroideo, tanto sus organizadores como el propio hospital han apostado por su continuidad.