Los consejos de la Dirección General de Tráfico (DGT) son altamente válidos para promover la seguridad vial y salvar vidas. Siguiendo sus recomendaciones, como el uso obligatorio del cinturón de seguridad, la importancia de mantener la distancia de seguridad y el respeto a los límites de velocidad, se pueden reducir significativamente los accidentes de tráfico. La DGT también insiste en evitar el uso del móvil mientras se conduce, una causa frecuente de distracciones. Además, promueve campañas de concienciación sobre los efectos del alcohol y las drogas al volante. Estas medidas son esenciales para crear entornos más seguros para todos los usuarios de las vías. Y ahora, desde la Dirección, alertan sobre cómo el estrés afecta a tu conducción.
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Esta es la segunda de las fases de las que la DGT alerta: fase de resistencia. Aquí, el cuerpo intenta adaptarse al estrés prolongado, manteniendo un estado de alerta constante. Durante esta etapa, el conductor puede experimentar una disminución en la capacidad de concentración, lo que afecta la atención en la carretera. El esfuerzo por resistir el estrés también puede provocar fatiga y reducir la capacidad de reacción, lo que aumenta el riesgo de accidentes. La DGT enfatiza que manejar en esta fase implica un peligro significativo, ya que el agotamiento puede manifestarse de forma inesperada.