En medio de la posibilidad de una compra, Talgo tiene motivos para alegrarse. Adif empieza a buscar nuevos operadores para ampliar la liberalización, que apunta a aumentar las opciones de destinos en Extremadura, Castilla y León, teniendo como objetivo principal la ruta que conecta Madrid y Galicia. Si bien esta última es la joya de la corona de esta segunda fase de la liberalización, es también una de las rutas más difíciles a las que llegar en tren por la necesidad de adaptarse al ancho de las vías de tren en la zona, un ancho que no es igual al ancho internacional.
Esto hace que si los dos competidores de Renfe en España, Ouigo e Iryo, planean intentar sumarse a estas nuevas rutas, deban tocar la puerta de Talgo. Ya han sondeado la posibilidad en el pasado, aunque de momento no hay un acuerdo oficial y las dos operadoras no se adelantan a los hechos, pero lo cierto es que el fabricante es el más acostumbrado a trabajar con el famoso ‘Ancho Ibérico’, y sus trenes Avril, incluso con sus problemas, precisamente han permitido la llegada de la propia Renfe a Galicia.
Esto haría de Talgo una empresa todavía más valiosa. Es cierto que sin un comprador puede ser demasiada presión industrial para el fabricante español, que ya tiene pedidos disponibles al menos hasta 2029, pero los movimientos recientes apuntan a que el comprador o socio industrial ya ha tocado la puerta de la empresa, bien sea Sidenor o Skoda, si finalmente consigue llegar a un acuerdo para fusión. De este modo, esta dificultad se solucionará o, al menos, se paliará.
Al mismo tiempo, todo apunta a que las acciones de la empresa subirán de precio. Y es si bien ninguna de las ofertas que se han presentado tras el rechazo gubernamental a la opa presentada por húngara Magyar Vagon, que ofrecía a los accionistas unos 5 euros por acción, cuando el costo de la misma se calculaba alrededor de los 4 euros, lo esperado es que estas propuestas se aproximen a la de la empresa procedentes del país que preside Viktor Orbán. De hecho, la situación de la empresa hace que, en este momento, los analistas de Renta 4 recomienden sobreponderar la acción.
TALGO Y SU HURACÁN PARTICULAR
La situación de Talgo es extraña, pues aunque la empresa pasa por un buen momento en cuanto a su valor y sus ingresos, sigue necesitando un empujón a nivel industrial. De hecho, Renfe acaba de aplicar otra sanción sobre el fabricante, precisamente por el retraso en entregar una parte de los talgos todavía pendientes para poder operar de forma esperada a la ruta que conecta Madrid con la comunidad de Galicia, lo que suma otros 160 millones de euros a las sanciones que la empresa tiene que pagar por los retrasos.
Lo cierto es que es un problema conocido por los posibles clientes, que, sin embargo, siguen apoyándose en Talgo por su conocimiento sobre las líneas de tren de ancho variable. Esto incluye también a la propia Renfe, que sigue tirando de Talgo como uno de los fabricantes clave de sus trenes en proyectos internacionales como la Línea de alta velocidad ferroviaria Haramain, conocida en España como el Ave de la Meca.
Al respecto, aunque la empresa no está en situación de crisis, ni mucho menos, es un punto a tener en cuenta. Incluso si Talgo e Iryo no son las elegidas para estas nuevas rutas, la que sea, seguramente tendrá que pasar por el fabricante español. Por tanto, es de esperar que tengan buenas noticias en las próximas semanas a medida que se aclare la forma que tendrá la segunda etapa de la liberalización. La primera ha sido todo un éxito.
LA LIBERALIZACIÓN YA ES UN ÉXITO EN LA BÚSQUEDA DE AUMENTAR EL USO DE LA ALTA VELOCIDAD
Mientras que se define cómo se llevará a cabo la segunda etapa de la liberalización, es una buena noticia para el sector que la primera etapa haya conseguido su principal objetivo: aumentar el número de viajeros que usan la alta velocidad para desplazarse en distancias medias y largas. Es una prioridad no solo para el Gobierno nacional sino también para Bruselas, que sigue intentando reducir el uso de vehículos particulares o aviones en recorridos largos.
Es un buen adelanto de cómo debería funcionar esta segunda etapa de la liberalización. Es cierto que, incluso con Galicia, ninguna de las rutas es tan atractiva como la que conecta Madrid y Barcelona o la que conecta a la capital con Valencia. Incluso en esa situación, es lógico que Ouigo e Iryo se movilicen. En este camino, tienen la ventaja de ya tener un par de años conociendo el mercado español. En cualquier caso, tanto para Talgo como para las operadoras, el sistema de alta velocidad español es profundamente atractivo y es lógico que se mantenga el movimiento en este aspecto.