Ya empieza el frío, ¿verdad? Estos últimos días de octubre traen consigo una brisa fresca que, sin darse cuenta, invita a sacar los abrigos del fondo del armario. Las mañanas empiezan con un frío que se cuela por las ventanas, y las tardes, aunque aún ofrecen algo de sol, dejan entrever un otoño decidido a quedarse. Las hojas secas cubren las calles y el olor de la tierra húmeda se mezcla con el ambiente. Ya no basta con una simple chaqueta, el cuerpo pide capas y el café caliente reconforta más que nunca. La llegada del frío anticipa el invierno, que se aproxima lentamente. Y si no quieres resfriarte, sigue todos estos consejos de los que te hablamos a continuación.
9El estrés y el frío pueden hacer que te acatarres
El estrés y el frío pueden hacer que te acatarres con mayor facilidad. Cuando el cuerpo está bajo presión, se liberan hormonas que pueden debilitar el sistema inmunológico, volviéndolo más susceptible a infecciones. Además, el frío puede causar constricción de los vasos sanguíneos, lo que reduce el flujo sanguíneo y la capacidad del cuerpo para combatir patógenos. Esta combinación de factores crea un ambiente propicio para los resfriados. Por lo tanto, es fundamental gestionar el estrés y mantener el calor corporal, especialmente durante los meses fríos, para protegerse de los virus estacionales.