En Redeia beben los vientos por deshacerse de una vez por todas de los activos de redes anteriores a 1998. Según el análisis de Renta4, las cuentas trimestrales que presentará la eléctrica este miércoles estarán mermadas «en todas sus líneas» por culpa de ese segmento de su negocio.
A pesar de todo, las perspectivas del resto de divisiones son lo suficientemente buenas para conservar la recomendación ‘mantener’ y un precio objetivo de 19 euros por acción, muy al norte de los casi 17 en los que se mueven sus títulos en el mercado.
REDEIA ACUMULA ‘TRASTOS VIEJOS’ MUY CAROS
El informe de Renta4, firmado por Ángel Pérez Llamazares, el balance de enero a octubre de 2024 arrojará una caída del 24,7% en el beneficio neto respecto al mismo período del año pasado, pasando de los 535 millones de euros registrados entonces a 403 ‘kilos’.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) también se desplomará, de 1.183 millones de euros a 1.009 millones, una caída del 14,7%. La cifra de negocios, por su parte, sufrirá un menoscabo del 11,7%, pasando de 1.548 ‘kilos’ a 1.366 millones.
El análisis prevé que la deuda neta se eleve de 4.975 millones a 5.434 millones, «a consecuencia de una aceleración del ritmo inversor en la red de transporte, así como por cierto deterioro de circulante por devolución del exceso de tarifa que quedaba pendiente».
RENTA4 PREVÉ UNA CAÍDA DEL 24,7% EN EL BENEFICIO NETO DE REDEIA, CASI EL MISMO PORCENTAJE DE DESPLOME REPORTADO POR LA EMPRESA EN EL PRIMER SEMESTRE, Y POR EL MISMO MOTIVO: LA CARGA DE LOS ACTIVOS ANTERIORES A 1998
De este modo, si se cumple el vaticinio de la financiera, Redeia repetiría la sangría de sus resultados semestrales, en prácticamente la misma extensión y por los mismos motivos: a finales de julio, reportó un beneficio neto de 269,3 millones de euros en la primera mitad año, lo que representaba una caída del 24% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Las cuentas, explicó entonces la empresa, habían sufrido un menoscabo por la finalización de la vida útil regulatoria de sus activos anteriores a 1998, cuyo impacto anual en ingresos asciende a unos 260 millones de euros.
Entre tanto color rojo en los balances, una nota positiva: «En el caso de Hispasat, esperamos mejora por la aportación del nuevo satélite en operación y la mayor aportación de la participada Hisdesat». En el resto de las áreas financieras Renta4 no prevé grandes variaciones: «En el negocio internacional la buena marcha en Perú podría ser compensada por unos menores trabajos para terceros en Chile y unos mejores resultados de participadas, mientras que en Reintel seguirán favorecidos en cierta medida por la vinculación de los ingresos a la inflación», detalla Llamazares.
LA (POSIBLE) VENTA DE HISPASAT
El pasado septiembre, Renta4 subió el precio objetivo de Redeia de 16,5 euros por acción a 19. Este 15% se justificó en la fuerte expansión de las redes de transporte de electricidad prevista por el Gobierno, pero también a los rumores de venta de las participaciones que la energética mantiene en Hispasat.
En concreto, los mentideros del mercado perfilaban un supuesto interés de Indra en hacerse con el 89,68% de la empresa de satélites, una operación que «permitiría reforzar el balance [de Redeia] de cara al periodo de fuerte nivel de inversión previsto, así como reducir el riesgo del grupo», consideró en aquel momento Renta4.
Asimismo, la nueva normativa de redes, unida a la transacción de Hispasat, «favorecerían una mayor tasa de retribución financiera (TRF), así como la actualización de los estándares de Redeia, tanto de opex como sobre todo de capex«, concluyó.