El consejo de consumir 8 vasos de agua al día se ha convertido en una regla universal en las recomendaciones generales de salud y la nutrición. A pesar de que este consejo esté bien intencionado; recientemente ha sido objeto de una exhaustiva revisión por parte de la comunidad científica, a medida que se hace evidente que las necesidades hídricas son diferentes en cada ser vivo, de lo que esta regla simplista sugiere. El mito de que un cierto número fijo de vasos de agua es adecuado para todos, carece de fundamentos científicos y puede llevar a mal entendidos de cómo mantener una adecuada hidratación según las necesidades de cada organismo.
3LA CIENCIA DETRÁS DE LOS CONSEJOS DE HIDRATACIÓN
El cuerpo humano está equipado con un sistema altamente desarrollado para regular la hidratación. La sensación de sed es una respuesta natural que indica que nuestras reservas de líquidos están disminuyendo y que es hora de reponerlas. Este mecanismo interno está diseñado para guiarnos en el consumo de líquidos, adaptándose a nuestras necesidades dependiendo de diversos factores como la dieta y la actividad física.
Ignorar este aviso biológico en favor de normas estrictas, como el conteo de vasos de agua, puede tener consecuencias no deseadas, incluyendo la deshidratación o, en casos extremos, la sobrehidratación. Estudios recientes sugieren que la ingesta de agua necesaria puede ser bastante individualizada. Un análisis realizado por la Universidad de Stanford destacó que las necesidades pueden variar ampliamente incluso entre personas de contextos similares, subrayando la idea de que debemos confiar más en nuestra percepción de sed y menos en las recomendaciones universales.