El consejo de consumir 8 vasos de agua al día se ha convertido en una regla universal en las recomendaciones generales de salud y la nutrición. A pesar de que este consejo esté bien intencionado; recientemente ha sido objeto de una exhaustiva revisión por parte de la comunidad científica, a medida que se hace evidente que las necesidades hídricas son diferentes en cada ser vivo, de lo que esta regla simplista sugiere. El mito de que un cierto número fijo de vasos de agua es adecuado para todos, carece de fundamentos científicos y puede llevar a mal entendidos de cómo mantener una adecuada hidratación según las necesidades de cada organismo.
2FACTORES QUE INFLUYEN EN TU INGESTA DE AGUA
Las necesidades hídricas de cada individuo son altamente variables y depende de múltiples factores tanto ambientales como personales. Un ejemplo de ello es el clima, porque juega un papel crucial en la cantidad de agua que una persona pueda necesitar durante 24 horas. Aquellos que viven en zonas cálidas y húmedas, o en altitudes elevadas, tienden a requerir más agua para combatir la pérdida de líquidos a través de la respiración y sudor.
Además de factores externos, la dieta de una persona también afecta sus necesidades de líquidos. Alimentos como frutas y verduras, ricos en agua, contribuyen significativamente a la ingesta total de líquidos. Por ejemplo, una sandía puede contener hasta un 92% de agua, lo que significa que consumirla contribuye a una adecuada hidratación. Del mismo modo, bebidas como el té y el café, tradicionalmente considerados deshidratantes, también pueden contribuir a la hidratación general.