El matrimonio de Jaime de Marichalar y la Infanta Elena, un viaje de ilusiones a la desilusión, según lo reporta EnBlau de ElNacional.cat. La historia de amor entre Jaime de Marichalar y la infanta Elena, que comenzó con grandes expectativas en 1995, se ha convertido en un relato de tensiones y desilusiones.
4El impacto del control
Este tipo de supervisión que Jaime de Marichalar ejercía sobre su apariencia no era meramente superficial; tuvo un impacto significativo en la psique de la infanta Elena. Con el tiempo, comenzó a perder la frescura y la espontaneidad que la habían definido en su juventud. El brillo en sus ojos se apagó, y su comportamiento se tornó más reservado y, en ocasiones, incluso más agrio. La presión constante de Jaime de Marichalar para estar en la vanguardia de la moda y participar en eventos sociales de alto nivel chocaba con la personalidad más reservada de Elena, quien anhelaba una vida más tranquila y menos expuesta.