jueves, 24 octubre 2024

Las verdaderas diferencias entre el pollo amarillo y el blanco que deberías saber antes de elegir 

Cuando se habla de pollo en la gastronomía, a menudo nos encontramos con dos tipos principales de pollo: el pollo amarillo y el pollo blanco. Estos términos no solo se refieren al color de la carne, sino también a diferentes percepciones, calidades y, desafortunadamente, mitos que necesitan ser desmitificados. En este post, exploraremos la realidad detrás de estos dos tipos de pollo, abordando las diferencias nutricionales, los métodos de cría, y los mitos comunes que rodean a cada uno.

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MITOS SOBRE EL POLLO AMARILLO Y EL BLANCO

A lo largo de los años, se han difundido varios mitos sobre las carnes de pollo que pueden influir en nuestras decisiones de compra. Uno de los más comunes es la creencia de que el pollo amarillo es inherentemente más saludable que el pollo blanco. Aunque, como hemos mencionado, el pollo amarillo puede tener ciertos beneficios nutricionales, esto no significa que el pollo blanco sea desventajoso. La calidad de la carne depende también de otros factores, como la forma en que los animales han sido criados y alimentados.

Otro mito frecuente es que el pollo amarillo es más sabroso que el blanco. Si bien muchas personas prefieren el sabor robusto del pollo amarillo, esto es en gran parte subjetivo. La preparación y los ingredientes añadidos a un plato pueden tener un impacto mucho mayor en el sabor final que el tipo de carne utilizada. Esto vale la pena tenerlo en cuenta, especialmente al preparar platos tradicionales como el pollo en pepitoria, donde se utiliza una rica combinación de especias y técnicas que resaltan los sabores del pollo, independientemente de su color.

Alexandra Parisca
Alexandra Parisca
Periodista venezolana, comprometida con la objetividad informativa. Profesor universitario y locutora. Amante de la escritura y de la buena música.

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