El Banco Central Europeo (BCE) debe acelerar las bajadas de tipos ya y no ir esperando nuevos datos que confirmen esta necesidad, lo que supone que debería recortar 50 puntos básicos en su próxima reunión de diciembre.
Esta es la idea que defendió hoy Erick Muller, jefe de producto y director de mercado de Muzinich & Co., en una reunión con periodistas. Para el experto, la actualidad en estos momentos pasa por la revaluación de lo que pueden hacer los bancos centrales y las expectativas de que se aceleren las bajadas de tipos.
“El mercado espera que la inflación baje rápido, pero mientras lo hace, está en peligro”, señala Muller, que apunta tres razones para ello: la caída de los PIB y el impacto que puedan tener en el capex de las empresas, unos precios de la energía dependientes de la tensión geopolítica y la necesidad de una consolidación fiscal, pero no en todos los países”.
JP Morgan AM no percibe ninguna burbuja que pueda generar recesión a corto
“Además, añade, en el caso concreto del BCE debe afrontar un menor consumo privado quizás debilitado por la falta de confianza del propio consumidor a largo plazo”. Muller recuerda que está aumentado el ahorro, lo que muestra una divergencia entre el gasto y las rentas disponibles. Eso sí, la mayor demanda en Europa de préstamos hipotecarios para comprar vivienda apunta a un inicio de ciclo económico, lo que resulta positivo.
los bancos centrales están comprando una póliza de seguros contra la recesión con estas últimas decisiones
En lo que respecta a Estados Unidos, Muller habla de una cierta incertidumbre más por el equilibrio de poder en las cámaras tras las elecciones que por el resultado electoral. Además, recuerda que se está dando poca importancia a otra decisión muy relevante: “el Tax Cuts and Jobs Act que expira en 2025 y con el que tendrá que lidiar quienquiera que gane”.
También pone énfasis en la política fiscal estadounidense tras las elecciones.
Como broche final, Muzinich enfatiza que la posible recesión dependerá de las decisiones de política monetaria y fiscales que se tomen. De ahí su apuesta por una bajada de tipos más decidida en Europa (50 puntos básicos) como la que ya se vio en Estados Unidos.
BCE e impacto de este escenario en la renta fija
Muller pasó entonces a explicar por qué este escenario es tan importante para su especialidad, la renta fija. Y es que su gestora, Muzinich, es una firma independiente, especializada en renta fija y crédito con unos activos bajo gestión de más de 38.000 millones de dólares de los que un 80% se gestiona bajo estrategias líquidas y siempre con un enfoque de preservación de capital, lo que se percibe, por ejemplo, en unas ratios de Sharpe muy bajas.
los inversores deben esperar menores rentabilidades en 2025 de las alcanzadas en 2024 debido al ciclo económico y porque -sobre todo- la renta variable va a ofrecer menores retornos
Como ejemplo, Muller apunta que los grandes inversores institucionales como los planes de pensiones no necesitan asumir más riesgo (invertir en Bolsa) para alcanzar sus objetivos de inversión en este entorno.
Y apunta que el “carry es el Rey y que los factores técnicos son todavía un impulsor crítico para los mercados crediticios”. En román palatino, esto se traduce en que la deuda de alta rentabilidad (high yield) lo hará mejor que la deuda de alta calidad (IG – grado de inversión) en esta parte del ciclo si no se produce una recesión y el mercado exigiera una mayor prima.
Muller recuerda que todavía los defaults (impagos) de las empresas no son un problema y explica que hay dos nichos muy interesantes para el carry en deuda en países como Reino Unido donde los márgenes en la deuda entre las calificadas como IG y HY son muy estrechos y se puede obtener un beneficio con los re-ratings o de-ratings. También, en el carry entre los activos flotantes como los préstamos apalancados europeos y el HY europeo.