Si aún no has explorado el Hayedo de Tejera Negra, este otoño es el momento perfecto para hacerlo. Los meses de octubre y noviembre ofrecen una oportunidad única para disfrutar de la belleza natural de este lugar, donde el suave sol otoñal y los vibrantes colores del paisaje crean un ambiente mágico. Este rincón de Guadalajara se convierte en un destino imperdible para los amantes de la naturaleza y el senderismo.
6Gastronomía local: sabores del otoño
Después de un día de exploración en el Hayedo, no hay nada mejor que disfrutar de la deliciosa gastronomía local. La cocina tradicional de Guadalajara es rica y variada, y en otoño, los platos se llenan de sabores intensos y reconfortantes.
Si visitas Cantalojas en otoño, podrás deleitarte con platos emblemáticos como las chuletas de cordero o el cabrito asado de Jadraque, que se cocina en horno de leña y se sirve en cazuelas de barro. Estos manjares son perfectos para disfrutar en compañía de amigos y familiares.
Otra opción deliciosa es la caldereta, un guiso que combina cordero manchego, verduras frescas y vino blanco, cocinado a fuego lento para resaltar todos los sabores. No olvides probar los hartatunos, un plato tradicional a base de patatas fritas en manteca que seguramente te conquistará.