La relación entre Isabel Pantoja y Julián Muñoz ha estado siempre rodeada de controversia, pero también de gestos que en su momento demostraban la admiración mutua que se tenían. Uno de los episodios más llamativos de su romance fue revelado recientemente en el programa TardeAR, donde salió a la luz el que posiblemente fue uno de los últimos regalos que Muñoz le hizo a la famosa cantante antes de que su relación se viera envuelta en el torbellino judicial del caso Malaya.
En el programa conducido por Ana Rosa Quintana, cubierto inicialmente por una tela negra, se desveló un espectacular busto de Isabel Pantoja, una obra de arte realizada en bronce fundido sobre una base de mármol verde. Esta pieza única, creada por el escultor Luis Sanguino, ha llamado la atención no solo por su valor sentimental, sino también por su impresionante valor económico: está tasada en 30.000 euros.
1La historia que hay detrás del busto

Según explicó Curro Sanguino, hijo del escultor Luis Sanguino, la historia de esta escultura es casi tan interesante como la relación entre Pantoja y Muñoz. El busto fue encargado por Julián Muñoz en un momento álgido de su relación con la tonadillera, y su entrega estaba planeada para coincidir con una celebración muy especial: el cumpleaños de Isabel Pantoja.
El primer busto fue entregado a Julián Muñoz el mismo día de la moción de censura que lo destituyó como alcalde de Marbella, un momento crucial en la caída política de Muñoz. «La idea original era que ese busto estuviera presente en una fiesta en honor a Isabel Pantoja, que se iba a celebrar esa misma noche para festejar su cumpleaños», detalló Curro Sanguino en TardeAR. Sin embargo, los planes se torcieron debido a los acontecimientos políticos y judiciales que comenzaron a envolver a la pareja y que más tarde terminarían por distanciarlos.
Curro también explicó que había dos bustos iguales, una duplicación exacta que tenía un propósito muy específico. Mientras que el primer busto fue entregado a Muñoz en plena agitación política, el segundo estaba destinado a Cantora, la famosa finca de Isabel Pantoja. «Se suponía que ese busto iría a Cantora, pero con todo el escándalo que surgió después de la moción de censura y la caída de Muñoz, los planes cambiaron», relató el hijo del escultor. Finalmente, el otro busto llegó a manos de Isabel Pantoja, aunque en circunstancias mucho más discretas.
Uno de los detalles más sorprendentes que Curro Sanguino reveló durante el programa fue que el trabajo por la creación de ambos bustos, a pesar de su gran valor, nunca fue remunerado. La deuda total que Julián Muñoz tenía con Luis Sanguino ascendía a 60.000 euros, pero el escultor, en palabras de su hijo, nunca presionó para recibir el pago. «Mi padre fue un auténtico caballero. A pesar de que los bustos están valorados en 30.000 euros cada uno, cuando pasó todo el escándalo y la relación entre Julián e Isabel terminó, decidió no reclamar nada. Hizo borrón y cuenta nueva«, explicó Curro.
Este gesto del escultor fue visto como un acto de profesionalidad y generosidad, especialmente en un contexto donde la mayoría de los involucrados en el entorno de Muñoz y Pantoja lidiaban con problemas legales, mediáticos y financieros. Aun así, la historia de los bustos sigue siendo un testimonio tangible de una época en la que la relación entre Julián Muñoz e Isabel Pantoja era el centro de atención en la vida social y política de España.
A pesar de que la relación entre Isabel Pantoja y Julián Muñoz terminó de manera abrupta y dolorosa, la escultura sigue siendo un recordatorio de los momentos que compartieron y de la relevancia que tuvo su romance en la historia reciente de España. El busto, con su imponente presencia y su simbolismo, representa no solo el aprecio de Julián Muñoz por la cantante, sino también un periodo en el que ambos dominaban las portadas de los medios, ya fuera por su vida amorosa o por los escándalos que les rodeaban.
El propio Curro Sanguino recordó cómo se vivió ese momento de entrega de la escultura. «Nosotros fuimos a la casa de Julián y de Isabel para entregar el busto. Recuerdo que había una gran expectación. En ese momento, Isabel estaba en lo más alto de su carrera, y Julián era una figura muy poderosa. Nadie se imaginaba que poco tiempo después todo cambiaría tan radicalmente«, comentó en TardeAR.