La reina Letizia parece un retrato de soledad en el corazón de la Casa Real. La figura de la Reina Letizia ha comenzado a proyectar una imagen de soledad que no pasa desapercibida, según reporta EnBlau de ElNacional.cat. Recientemente, los eventos en el Palacio Real han revelado momentos de incomodidad y vergüenza ajena, especialmente en su interacción con los invitados. Este fenómeno ha suscitado un creciente interés y especulación sobre su papel y la dinámica dentro de la familia real.
7Un comportamiento recurrente: control en la educación
Este episodio no es un caso aislado en la vida de la Princesa Leonor. Desde sus primeros años en la Escuela Santa María de los Rosales, se ha observado el deseo de Letizia por influir en cada aspecto de la educación de su hija. La Reina no solo se involucró en el currículo académico, sino que también llegó a tener voz en el menú escolar, solicitando informes diarios sobre el rendimiento académico de Leonor. Este tipo de control ha sido una constante en la vida de la joven princesa, creando tensiones en su entorno cercano, según han comentado algunas fuentes.
Cuando Leonor se unió a la Academia Militar de Zaragoza, la Reina Letizia mantuvo su enfoque controlador, pidiendo informes detallados sobre el progreso de su hija. Sin embargo, en esta ocasión, el entorno formal y riguroso de la academia limitó su capacidad de intervención directa. A pesar de ello, su deseo de mantener el control seguía presente, reflejando su preocupación por la formación de Leonor en un ambiente tan exigente.