Los cubiertos oxidados pierden su utilidad debido a la corrosión, que no solo afecta su apariencia, sino también su funcionalidad. El óxido debilita el metal, haciéndolo más propenso a romperse o doblarse bajo presión. Además, el óxido puede transferirse a los alimentos, lo que representa un riesgo para la salud, ya que puede causar intoxicación o mal sabor. Aunque algunas personas intentan limpiar los cubiertos oxidados, es difícil restaurarlos a su estado original. Así, los cubiertos oxidados sirven de poco, ya que no son seguros ni efectivos para su propósito principal: el consumo de alimentos. Por eso, en este artículo te explicamos cómo hacer para dejarlos como nuevos.
2Que se oxiden es algo habitual
Que los cubiertos se oxiden es algo habitual, especialmente si no se les da el cuidado adecuado. La corrosión es un proceso natural que ocurre cuando el metal se expone a la humedad y al oxígeno, y se ve acelerado por factores como la sal y los ácidos de los alimentos. Aunque los cubiertos de acero inoxidable son más resistentes, incluso pueden oxidarse si se dañan o se almacenan en ambientes húmedos. Para prevenir la oxidación, es fundamental secarlos bien después de lavarlos y guardarlos en un lugar seco.