lunes, 14 octubre 2024

Las Ray-Ban de Meta, prácticas y más ‘chic’, plantan cara a las Apple Vision Pro

Las últimas gafas inteligentes Ray-Ban de Meta cuentan con impresionantes funciones de inteligencia artificial, cámara y sonido en un formato similar al de las gafas de sol de uso diario. Las gafas recientemente presentadas contienen muchas funciones de manos libres que muchos usuarios van a apreciar frente a otras opciones de dispositivos similares, como es el caso de las aparatosas y más complicadas de utilizar Apple Vision Pro.

Las Ray-Ban tecnológicas se van a poder utilizar todo el día, su uso es sencillo y van a realizar una gran variedad de tareas, aunque presentan como aspecto negativo la dependencia de la computación de un móvil, lo cual las limita, y los riesgos para la privacidad de las personas alrededor de su portador.

Las Ray-Ban cuestan entre 329 y 409 euros, según modelo. Las Apple Visión Pro no bajan de los 4.000 euros. A unas les falta independencia como dispositivo y calidad de la cámara, y a las otras les sobra envergadura y peso. Las dos manera de poner un dispositivo en nuestros ojos tiene un interesante camino por delante para evolucionar, perfeccionarse y llegar a ser el nuevo producto tecnológico favorito de los consumidores.

Los principales especialistas y consultores en materia tecnológica han probado y estudiado el uso de la novedad presentada al mundo por Mark Zukerberg el pasado día 27 de septiembre presentan un sinfín de aspectos positivos, aunque adolecen de alguno fallos que los analistas han recopilado con el fin de que el dispositivo mejores sus prestaciones y se convierta en un complemento de uso tan común como ha resultado ser el teléfono móvil. Con las estilosas gafas, los usuarios van a poder sacar fotos y grabar vídeos, escuchar música, hacer llamadas y transmitir en directo a aplicaciones de Meta como Facebook o Instagram, si tener que sacar ni las manos ni el móvil del bolsillo.

Las Ray-Ban cuestan entre 329 y 409 euros, según modelo. Las Apple Visión Pro no bajan de los 4.000 euros. A unas les falta independencia como dispositivo y calidad de la cámara, y a las otras les sobra envergadura y peso.

Para los especialistas de Counterpoint, en contra de los esperado, las Ray-Ban de Meta tienen una excelente calidad de sonido, pese a que una de las preocupaciones de sus desarrolladores era que durante su uso, las personas que estuvieran alrededor «pudieran oír lo que decían las gafas o la música que estabas escuchando», lo cual finalmente no ocurre. Según los analistas, la calidad del sonido es «impresionante» y consigue hacer olvidar que no se llevan puesto unos auriculares al uso, mientras que simultáneamente permiten escuchar también las conversaciones y los sonidos que se producen en el entorno del usuario.

También advierten que la cámara que incorporan es funcional y capaz de hacer buenas fotografías de objetos estáticos, «pero solo tiene 12 MP, por lo que no es de élite y los objetos en movimiento se desenfocan fácilmente». También han observado desviaciones en cuanto a su enfoque: «Si miraba fijamente algo, el sujeto siempre estaba a la izquierda del marco y no centrado. No está claro si esto se debió a la posición de la cámara dentro de las gafas o a cómo estaban alineadas las gafas en mi cara», ha manifestado uno de los analistas que ha comprobado su funcionamiento, que ha señalado que este es uno de los aspectos de mejora en el dispositivo.

Para los analistas de Counterpoint Research, el asistente de inteligencia artificial (AI) que se encuentra dentro de las gafas fue capaz de responder correctamente muchas de las preguntas que se le plantearon, por lo que permite realizar búsquedas rápidas con manos libres, «mientras se conduce, lo que permite al usuario mantener la atención en la carretera». Así, señalan como intuitivo y efectivo el comando «Hey Meta» que incorporan.

con futuras mejoras en la batería, la conectividad y la durabilidad, estas gafas podrían convertirse en un producto popular entre los primeros usuarios de tecnología

Sin embargo, se han dado cuenta de que al utilizarlo, la conectividad de las gafas puede plantear problemas, especialmente en las áreas más remotas. En esos momento, las gafas indicaban que el teléfono móvil en cuya conectividad se apoyan «debían estar conectado a internet», y cuando los analistas confirmaron dicha conexión, el móvil en cuestión si que contaba con conexión mediante datos móviles.

Los fallos de conectividad se une a los de la duración de la batería, que se agota con un uso aproximado de solo tres horas si se ha escuchado música o audios. Según advierten los testeadores, en ese tiempo recibieron advertencias de que tan solo les quedaba un 15% de la capacidad de la batería, «pero solo cinco minutos después ya tenían su energía absolutamente agotada», relatan, y reconocen que sin escuchar la radio «la batería dura mucho más, pero la mayoría de los usuarios usarán la funcionalidad completa del dispositivo, en cuyo caso, la duración de la batería es un poco decepcionante«.

Como conclusión desde el punto de vista tecnológico, para estos analistas, las gafas Ray-Ban de Meta presentan aspectos positivos en lo que respecta al audio y la practicidad y «con futuras mejoras en la batería, la conectividad y la durabilidad, estas gafas podrían convertirse en un producto popular entre los primeros usuarios de tecnología». También indican que existe la posibilidad de que el nuevo producto se vuelva popular entre las personas mayores o con discapacidad visual, ya que tienen una mejor funcionalidad que muchas opciones disponibles para estos grupos y, a menudo, también tienen un precio más económico.

Las Ray-Ban de Meta, prácticas y más 'chic', plantan cara a las Apple Vision Pro

LAS RAY-BAN META Y LA PRIVACIDAD

No obstante, ninguno de los inconvenientes detectados son irremediables, salvo el relativo a los retos que plantea la privacidad de las personas a las que se ve a través del dispositivo. Las cámaras de las gafas son perfectamente reconocibles por las personas con las que se encuentran los usuarios, y ya se han planteado públicamente la preocupación y las reticencias sobre la vulneración de la privacidad y los datos que se pueden recopilar mediante el nuevo dispositivo.

Coincide con los analistas de Couterpoint el especialista de AI Tool Report, Martin Crowley, que abunda en las cuestiones de privacidad y señala a Meta porque la compañía «no ha dicho nada sobre si está usando las imágenes tomadas por sus anteojos inteligentes Ray-Ban con tecnología de inteligencia artificial para entrenar a sus modelos de IA. Esto es perfectamente posible, puesto que el nuevo dispositivo cuenta con esa cámara discreta en el frente «que toma fotos, no solo cuando se lo pides, sino también automáticamente, con ciertas palabras clave como ‘mira'», advierte.

la negativa de Meta a confirmar qué sucede con estas fotos, una vez que están en la nube, «plantea enormes preocupaciones sobre la privacidad, ya que nadie sabe cuántas imágenes se están recopilando y cómo podrían usars

Según ha podido comprobar Crowley, la función de IA de las Ray-Ban escanea el entorno y toma un flujo continuo de imágenes (produciendo un video en vivo), «a veces sin que el usuario lo sepa, lo que le permite responder preguntas sobre su entorno, de forma natural», según asegura. Para explicarlo, pone como ejemplo que si un usuario le pide que elija una prenda de un armario, para darle una respuesta, «las gafas inteligentes tomarán múltiples fotos de su espacio personal y las subirán a un modelo de IA en la nube».

Para este experto, la negativa de Meta a confirmar qué sucede con estas fotos, una vez que están en la nube, «plantea enormes preocupaciones sobre la privacidad, ya que nadie sabe cuántas imágenes se están recopilando y cómo podrían usarse».

Tal y como indica, esta falta de transparencia respecto a la privacidad se produce después de que Meta admitiera recientemente que, desde 2007, ha estado usando todas las publicaciones públicas de Instagram y Facebook de EE. UU. para entrenar sus modelos de IA (llamándolo «datos disponibles públicamente»), lo que ha generado la lógica preocupación de que esté haciendo lo mismo con las imágenes tomadas por sus gafas Ray-Ban.

Precisamente ya se produjo una reacción negativa en relación a esta cuestión de la privacidad cuando Google lanzó al mercado sus propias gafas inteligentes (ahora descontinuadas), Google Glass (muchos se sintieron incómodos por ser fotografiados sin dar su consentimiento), es sorprendente que Meta no haya adoptado una postura más firme sobre la privacidad y haya emitido una declaración asegurando a los usuarios que las fotos/videos permanecerán privados y se limitarán solo a la cámara frontal.


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