José María Almoguera, hijo de Carmen Borrego, ha dado un nuevo giro en su relación con los medios de comunicación, algo que hasta hace poco parecía impensable para alguien que evitaba las cámaras a toda costa. Sin embargo, las recientes tensiones familiares lo han llevado a convertirse en protagonista de los programas televisivos, y la retribución económica parece ser un incentivo suficiente para este cambio. El conflicto público con su madre, sumado a su distanciamiento, ha sido ampliamente debatido en los medios, y José María no ha dudado en compartir su versión de los hechos, señalando que fue él quien tomó la iniciativa para intentar solucionar sus diferencias, incluso contratando a un psicólogo.
1Un conflicto familiar aireado en televisión

El pasado viernes, José María Almoguera volvió a ocupar los titulares al exponer algunos detalles sobre los intentos que hizo para reconciliarse con Carmen Borrego. Durante su intervención en el programa De Viernes, el joven habló sobre los movimientos que realizó para intentar resolver las tensiones con su madre, llegando incluso a proponer la mediación de un psicólogo. Según Almoguera, este acercamiento tuvo lugar tras el fallecimiento de su abuela, María Teresa Campos, en septiembre de 2023, un momento especialmente doloroso para toda la familia.
«Cuando pasa lo que pasa con mi abuela, yo creo que en ese momento dejo un poco de lado todo mi sentimiento para apoyar a mi familia», confesaba José María, refiriéndose al duro golpe emocional que significó la muerte de la matriarca de los Campos. Este acontecimiento habría sido el detonante para que José María intentara un acercamiento con su madre, aunque, según sus propias palabras, las heridas del pasado no han sido fáciles de sanar.
Uno de los temas más delicados que José María tocó fue su relación con su esposa, Paola Olmedo, y cómo esto influyó en el distanciamiento con su madre. El joven reprochó a Carmen Borrego no haber sido lo suficientemente comprensiva ni sensible respecto a los problemas que él atravesaba en su matrimonio. Es posible que ella no supiera ciertas cosas de mi relación con Paola», admitió José María, insinuando que la falta de comunicación entre ellos podría haber exacerbado el conflicto.
Además, José María confesó que fue él quien propuso la terapia con un psicólogo como un esfuerzo para salvar la relación con su madre. «Yo sí puse de mi parte para solucionar esto. Propuse un mediador para arreglarlo con mi madre. Fuimos a un psicólogo para intentar solventar nuestras diferencias», reveló, dejando claro que fue él quien dio el primer paso para buscar una solución. Sin embargo, reconoció que el intento de reconciliación no tuvo el resultado esperado. «No acabó bien la sesión. Es una cosa más que pasa que al final a mí me duele porque el único que tiene interés en solucionar esto en privado soy yo», lamentó José María, apuntando que a pesar de su esfuerzo, las tensiones persisten.
José María fue tajante al describir su frustración durante el proceso terapéutico. «No estoy hablando con ella, estoy hablando con un psicólogo para darle mi opinión. Simplemente yo sí puse de mi parte para solucionarlo», subrayó, dejando claro que su intención siempre fue buscar una solución pacífica. Sin embargo, añadió que lo que más le duele es que «todo lo que yo digo se toma como un ataque», lo que complicó aún más la dinámica familiar durante las sesiones.
A pesar de los esfuerzos por resolver las diferencias, la sesión con el psicólogo no logró limar las asperezas entre madre e hijo. José María expresó su desilusión al sentir que, a pesar de haber buscado ayuda profesional, no lograron avanzar hacia una verdadera reconciliación. Además, criticó que su madre no había dado ningún paso similar hasta ese momento, comentando que, después de un año de distanciamiento, fue la primera vez que Carmen Borrego habló públicamente para aclarar que él «no es un mal hijo». José María interpretó esto como una muestra tardía de apoyo, algo que lo afectó emocionalmente.