Este lunes el Banco Europeo de Inversiones (BEI), dirigido por la ex ministra de economía española Nadia Calviño, ha propuesto ayudar a cerrar la brecha de financiación y retener a las empresas emergentes más innovadoras que buscan crecer en Europa a través del apoyo a los mercados de capital de riesgo y capital privado de la UE. las iniciativa se ha presentado a los ministros de finanzas para que con su aprobación eviten que las empresas más innovadoras de Europa emigren a Estados Unidos en busca de una financiación que en el área de los 27 resulta escasa.
Calviño ha lanzado el anzuelo en la reunión de los ministros de economía que tuvo lugar el pasado lunes en Luxemburgo, y lo que pretende es movilizar las finanzas europeas para desarrollar sus mercados de capital y que la eurozona resulte atractiva para las startups que no ven futuro inversor en casa.
La propuesta del BEI se basa en un plan de dos pilares. El primero es la ampliación de la Iniciativa Europea de Campeones Tecnológicos (European Tech Champions), creada en 2023 para proporcionar financiación a empresas tecnológicas en fase de crecimiento. El segundo es la creación de una nueva «plataforma de salida» (exit platform) que ayude a financiar la adquisición y cotización en bolsa de empresas tecnológicas de nueva creación para que, una vez desarrolladas, permanezcan en Europa.
Calviño quiere crear un nuevo fondo dedicado a financiar adquisiciones y cotizaciones en bolsa de nuevas empresas tecnológicas por parte de empresas europeas
El BEI ha explicado que tiene la intención de financiar el crecimiento de los unicornios europeos (empresas con ideas únicas y potencial de crecimiento) mediante la expansión de la Iniciativa Europea de Campeones Tecnológicos, un fondo de fondos lanzado el año pasado que proporciona capital en etapa avanzada a innovadores europeos.
Cabe recordar que el banco que ahora dirige Calviño es propiedad de los 27 gobiernos de la UE, y que como si fuera un ‘hada’ del dinero destinado a desarrollar el tejido innovador tecnológico de la Unión Europea, también ha ofrecido impulsar las inversiones en capital, y deuda de riesgo. También quiere crear un nuevo fondo dedicado a financiar adquisiciones y cotizaciones en bolsa de nuevas empresas tecnológicas por parte de empresas europeas.
La promotora de toda esta fiesta de la inversión para que Europa y sus startups no se queden atrás respecto a Estados Unidos y los países asiáticos como China o Corea, explicó que su intención era «garantizar que las empresas europeas, las tecnologías que nacen en Europa, se queden en Europa, y que invirtamos en los campeones de Europa, en los unicornios de Europa, que reforcemos la competitividad de Europa a través de un mercado de capitales más fuerte.
Calviño sigue así las recomendaciones de los ya famosos y demoledores informes de Enrico Letta y Mario Draghi, que abogan por el establecimiento de una unión de mercados de capitales que permita a las empresas captar fondos y expandirse con el fin de estimular el crecimiento, crear empleo y mejorar la competitividad de la Unión.
CALVIÑO VE FUTURO EN NUESTRAS STARTUPS
Es ya una necesidad, además de un obsesión, conseguir que las compañías emergentes tecnológicas cuenten con una estrategia de financiación que permita a la eurozona «seguir siendo competitiva frente a EE.UU y China, sobre todo en el ámbito de las nuevas tecnologías respetuosas con el clima que la Unión Europea necesita para alcanzar sus ambiciosos objetivos climáticos de cero emisiones netas de CO2 para 2050.
El BEI maneja informes que indican cómo las startups europeas pueden obtener hasta cinco veces más fondos en Estados Unidos que en sus países europeos de origen, y en todo nuestro continente, lo que acaba o bien en traslados, o en ventas a compradores extranjeros de envergadura, como las grandes tecnológicas de Silicon Valley.
Calviño señaló también en la reunión que existe «un acuerdo unánime a nivel técnico sobre la necesidad de profundizar los mercados de capitales de Europa y reforzar la integración de los mismos«, lo que según ella, «reforzará la competitividad de Europa y financiará a las empresas europeas de éxito. También hay un impulso político en este momento».
conseguir que las compañías emergentes tecnológicas cuenten con una estrategia de financiación que permita a la eurozona «seguir siendo competitiva frente a EE.UU y China,
Todo esto son palabras que tendrán que remitirse a cifras concretas cuando se decida qué cantidad de millones de euros se van a dedicar para poder tener ese pulso inversor necesario. Cabe recordar que ya en 2019 el BEI trató de impulsar el crecimiento de empresas innovadoras en España, por ejemplo, a través de su programa de venture debt.
Se trataba de un programa dotado de 600 millones de euros al año de financiación dirigido a apoyar el crecimiento de startups innovadoras. El «producto» combinaba «las ventajas de un préstamo a largo plazo con un modelo de remuneración basado en los resultados de la empresa, y ayuda a fortalecer la estructura de capital del prestatario sin diluir en exceso las participaciones de sus inversores o fundadores», según se explica en la web de la institución bancaria.
Como ahora, entonces se trataba de responder al déficit de financiación existente en el mercado europeo de capital-riesgo, y contó con capital que provenía del Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas (EFSI por sus siglas en inglés), el pilar financiero del Plan Juncker, desarrollado en Europa antes de 2019.
En el último mes, el BEI ha aprobado un préstamo de 100 millones de euros para el proyecto fotovoltaico Marquesa, de 387 megavatios pico (MWp), desarrollado por Spanish Power en varias provincias españolas, y otro de 166 millones de euros a la empresa productora de energía BNZ para desarrollar hasta 1,7 GW en España, Italia y Portugal, en el ámbito de la energía.
En septiembre, Calviño anunció que se había firmado la primera «contribución» económica de la plataforma para reforzar los servicios de atención primaria de salud, lanzada hace un año por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y que su objetivo es «movilizar 1.500 millones de euros» para los sistemas sanitarios. Junto con el ICO ha destinado también este pasado mes de septiembre otros 500 millones de euros para financiar las exportaciones de las pequeñas y medianas empresas españolas (pymes).