Los problemas de Alcampo siguen aumentando, lo cual pone en una situación delicada la reputación de la cadena de distribución francesa. Primero fue el engaño en los packs de ahorro; después una inadecuada manipulación en sus yogures de marca blanca, lo que podría acarear una multa económica por ‘jugar’ con la salud de sus clientes y ahora han decidido desafiar a la industria y no cumplir con el precio máximo que exigen las marcas de fabricantes en sus productos.
En este contexto, las marcas de fabricante Nestlé y Danone, una con Buitoni y la otra con Danet, han querido desmarcarse de la marca blanca y apostar por identificar en sus envases que el precio que ellos recomiendan es uno en concreto. Una estrategia que pone en aprietos a los supermercados ‘obligando’ a poner en los lineales el mismo precio que se indica en el envase para no enfrentarse con los clientes, caso que le ha sucedido a Alcampo.
Sin ir más lejos, cuando hablamos de precio recomendado, es porque se intenta establecer unos precios lógicos y ‘justos’’ para que la venta de estos productos en el supermercado transcurra con la normalidad prevista por el fabricante, en este caso tanto por Nestlé como por Danone. Lo que buscan ambas compañías con las natillas Danet, y los yogures de proteína de stracciatella, y la masa de pizza Buitoni es que ambos productos compitan por su calidad y no por el precio que tienen.
LAS MARCAS DE FABRICANTE PONEN EN APRIETOS A ALCAMPO
La marca de distribución se asienta en España con una cuota del 48,5%. En este contexto, tras unos años complicados para la población por la situación inflacionaria, los consumidores españoles han elevado la marca blanca a máximos situándola por delante de países con gran tradición en cadenas de descuento como es Alemania con Aldi y Lidl, que se quedan con una cuota del 42,9%.
Sin ir más lejos, los supermercados como Alcampo, Eroski y Dia han estado jugando con las grandes marcas de distribución tensando la cuerda. Hablamos de tensar la cuerda, ya que las cadenas de distribución ponían a disposición de los consumidores productos de marca blanca a menor precio que los productos de fabricante. Una situación que tanto Nestlé como Danone han querido revertir y parar.
DANONE PONE ANTE LAS CUERDAS A ALCAMPO POR AUMENTAR LOS PRECIOS DE SUS PRODUCTOS EN LOS LINEALES
Desde Nestlé y Danone han querido especificar en el envase de algunos de sus productos el precio al que recomiendan vender el producto que ha sido proporcionado por el fabricante. Una estrategia que ayuda a enfrentar a la marca blanca. Los productos de marca blanca y de fabricante comparten lineales en los supermercados, y eso le da al cliente la capacidad de elección. Pero, el cliente no solo se fija en el producto y la calidad, también en los precios.
El caso es que muchos son los consumidores que están exponiendo los precios de las marcas de fabricantes en los lineales de Alcampo. Siguiendo esta línea, el último caso expuesto por un cliente fue con los yogures de stracciatella de Danone, donde en el envase se especifica que el PVP máximo recomendado por Danone es de 1,99 euros. No obstante, Alcampo en sus lineales ha puesto ese mismo producto con el precio de 2,69 euros.
No obstante, el problema lo tiene Alcampo, ya que los clientes tienen una sensación de estafa y están decidiendo no comprar marcas de fabricantes en los establecimientos de la cadena francesa. Podríamos estar hablando de qué Alcampo está apostando por mantener su margen de beneficio, siendo una estrategia que no es atractiva para el consumidor preocupado por el ahorro inmediato.
Bien es cierto, que los fabricantes saben que el precio que ellos especifican en el envase es recomendado, eso implica que el precio final del producto es decisión del comerciante. Una nueva estrategia que pone entre la espada y la pared a los supermercados que no cumplen con los precios recomendados por las marcas de fabricantes. Además, al tomar esta decisión, la cadena francesa le sirve en bandeja a los clientes preocupados por el ahorro a Carrefour, Eroski y Dia.
EL CONSUMIDOR: LA CLAVE DE LAS MARCAS DE FABRICANTE Y SU LUCHA CONTRA LA MARCA BLANCA
Por otro lado, si nos ponemos en la perspectiva del consumidor, lo que busca cuando realiza su compra semanal, mensual o anual, es transparencia. Es decir, un etiquetado claro que indique el precio recomendado por el fabricante, junto con el precio de venta en el establecimiento, que permite al comprador tomar decisiones informadas y valorar la oferta de cada supermercado.
Este caso de Alcampo pone de manifiesto la complejidad de las relaciones entre las empresas de fabricantes y los distribuidores en el sector de la alimentación. Lo que está provocando la cadena de distribución francesa es un escenario de tensión en el que el consumidor final puede verse afectado, pero también el propio supermercado por no seguir las indicaciones de las marcas de fabricantes.
Siguiendo esta línea, la reputación de Alcampo sigue en el punto de mira, y la batalla por el precio justo apenas comienza. Con el seguimiento de los consumidores y las repetitivas quejas hacia la cadena de distribución francesa, los clientes saben que tienen que estar atentos y fijarse ya no solo en el envase, sino que también en el precio que Alcampo quiere poner en sus lineales en los productos de marcas de fabricante.