Muchos productos alimenticios se comercializan como opciones saludables, pero en realidad contienen ingredientes que pueden ser perjudiciales. A menudo están cargados de azúcares añadidos, conservantes y otros aditivos que pueden no ser evidentes a simple vista. Aunque en el empaque se promueven como beneficiosos para la salud, es importante leer detenidamente las etiquetas nutricionales y los ingredientes. Estos alimentos procesados, aunque parezcan una elección saludable, pueden contribuir al aumento de peso, picos de glucosa y problemas digestivos, entre otros. Para una alimentación más equilibrada, es preferible optar por alimentos frescos y mínimamente procesados. Y también evitar los que te contamos a continuación, que parecen saludables pero que en realidad no lo son.
3La granola, al igual que los frutos secos, no son demasiado saludables
La granola, a menudo considerada un alimento saludable, puede no ser tan nutritiva como se cree. Muchos productos comerciales contienen altos niveles de azúcares añadidos, jarabes y aceites, lo que eleva su contenido calórico y disminuye sus beneficios. Aunque los ingredientes como avena y frutos secos son saludables en su estado natural, las versiones procesadas pueden incluir aditivos poco saludables. Además, las porciones suelen ser grandes, lo que facilita el consumo excesivo. Para disfrutar de los beneficios de la granola, es mejor optar por versiones caseras o leer las etiquetas cuidadosamente.