Siempre se ha dicho que mientras el resto del mundo innova, la Unión Europea (UE) regula. Y sí que ha sido posible darle validez a esta tesis sobre todo durante los últimos meses, pues en el tiempo reciente este organismo internacional se ha encargado de hacerle la vida imposible a las compañías tecnológicas más importantes del mundo, principalmente en lo que respecta a los avances en materia de inteligencia artificial (IA). Aunque su rigidez en estos asuntos es necesaria, diferentes empresas del sector han lanzado una advertencia sobre el que podría ser el futro tecnológico del viejo continente si el panorama continúa de la misma manera.
Desde un principio, el objetivo que ha tenido la Unión Europea a través de sus diferentes regulaciones siempre ha sido el mismo: proteger a los usuarios frente a posibles peligros provenientes de la utilización de sus datos para entrenar herramientas basadas en IA o, en su defecto, para obtener beneficios particulares a partir de ellos. No obstante, varias compañías tecnológicas han estado levantando la voz para pedir que se reconsideren estas posturas por parte de la UE, pues su rigidez, argumentan, podría dejarnos por fuera del tren de la IA como continente.
2La Unión Europea y su regulación preventiva
No obstante, las compañías tecnológicas en cuestión han hecho énfasis en que el problema específico de las regulaciones de la Unión Europea tiene que ver con que estas son de carácter inconsistente e interpretativo, según ellas, lo cual ha provocado que en muchos casos no se lancen productos en este lado del mundo debido a la incertidumbre generada por las posibles sanciones que podría efectuar la UE.
«La regulación preventiva de los daños teóricos de tecnologías incipientes como la IA de código abierto ahogará la innovación», declaró Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Meta, hace poco más de un mes, cuando entró en vigor la primera ley de la historia que busca regular la inteligencia artificial, justamente promovida por la Unión Europea. Ya veremos si estas voces hacen eco en la UE o no, lo que sí es cierto es que las intenciones de este organismo con respecto al rol del usuario siempre han sido positivas, por lo que solo resta esperar a que se logre encontrar un equilibrio entre innovación y seguridad lo más pronto posible, por el bien de las compañías y de los internautas.
