En un mundo cada vez más conectado y digitalizado, la necesidad de impulsar la transformación digital de las empresas españolas se ha convertido en una prioridad clave para fomentar la competitividad y el crecimiento económico del país. Sin embargo, un reciente informe del Tribunal de Cuentas ha revelado una preocupante falta de ejecución de las ayudas destinadas a este propósito, lo que plantea importantes desafíos y oportunidades para la implementación efectiva de la digitalización empresarial en España.
El informe del Tribunal de Cuentas, que abarca el período 2015-2022, pone de manifiesto que de los 1.150 millones de euros destinados al programa 467G «Investigación y desarrollo de la sociedad de la información», solo se ejecutaron 498 millones, es decir, el 43% del presupuesto total. Aún más preocupante es el hecho de que en la línea de ayudas específicamente dirigida a la digitalización de las empresas, la ejecución se redujo hasta el 21%.
Esta lenta ejecución de los fondos destinados a impulsar la transformación digital del tejido empresarial español es un claro indicador de que existen importantes cuellos de botella y deficiencias en la configuración y gestión de estos programas de ayuda. El Tribunal de Cuentas señala que es necesaria una modificación o sustitución de este tipo de ayudas para lograr una mayor eficacia en el despliegue de los recursos.
Ineficiencias en la Implementación de Ayudas
Uno de los principales problemas identificados por el Tribunal de Cuentas es la ineficacia de las ayudas destinadas a financiar proyectos empresariales de investigación y desarrollo en tecnologías digitales. Según el informe, solo tres de cada diez proyectos subvencionados han cumplido satisfactoriamente con los requisitos técnicos y administrativos, lo que evidencia importantes deficiencias en la configuración y gestión de estos programas.
Parte de estos incumplimientos se atribuyen a la complejidad en la tramitación de las ayudas y a los retrasos en la comprobación de los proyectos, en parte como consecuencia de la pandemia de COVID-19. Además, el Tribunal de Cuentas señala que el programa 467G presenta carencias en cuanto a la definición de objetivos e indicadores apropiados para medir su impacto y efectividad.
Reestructuraciones Ministeriales y Externalización de Gestión
Otro factor que ha afectado negativamente a la coherencia y coordinación de las actividades y objetivos del programa ha sido la reestructuración de los departamentos ministeriales y los cambios en la adscripción orgánica de los centros gestores. Esto ha generado discontinuidades y dificultades en la implementación y seguimiento de las ayudas.
Adicionalmente, el Tribunal de Cuentas advierte que se ha externalizado una parte significativa de los servicios de gestión de las ayudas, llegando a representar hasta el 60% del gasto externo. Ante esta situación, el organismo recomienda extremar el control sobre estos servicios externalizados y reconfigurar el contenido del programa, estableciendo nuevos objetivos e indicadores más adecuados.
En conclusión, el informe del Tribunal de Cuentas plantea importantes retos para lograr una ejecución eficiente y eficaz de las ayudas destinadas a impulsar la digitalización del tejido empresarial español. Es crucial que las autoridades competentes aborden estas deficiencias y cuellos de botella identificados, con el fin de garantizar que los fondos destinados a este objetivo estratégico se traduzcan en una verdadera transformación digital de las empresas y, en última instancia, en un mayor crecimiento y competitividad de la economía nacional.