Siempre es agradable disfrutar de postres ligeros y refrescantes. Entre las opciones más populares se encuentran los sorbetes, perfectos para no sentirnos demasiado pesados. El sorbete es una preparación helada que se elabora a base de agua, azúcar y puré o jugo de frutas. A diferencia de los helados, los sorbetes no contienen productos lácteos como la leche o la crema, lo que los hace una opción más ligera. También se diferencian de los granizados en que tienen una textura más suave y homogénea, ya que se baten durante el proceso de congelación para evitar la formación de cristales grandes de hielo.
8TRUCOS PARA QUE LOS SORBETES QUEDEN PERFECTOS
El truco para obtener un sorbete con una textura suave y sin cristales de hielo es batir la mezcla regularmente durante el proceso de congelación. Asegúrate de probar la mezcla antes de congelarla para ajustar el dulzor y la acidez a tu gusto.
Utiliza zumos de frutas frescos para obtener el mejor sabor y la mayor cantidad de nutrientes. Sirve los sorbetes en copas elegantes y decora con frutas frescas, hojas de menta o incluso una pizca de especias como canela o jengibre.