La pandemia, los escándalos de seguridad y los desastres naturales han impactado severamente la producción de los principales fabricantes de automóviles japoneses. Datos recientes muestran que todos los grandes jugadores del sector han experimentado caídas significativas en su producción mundial durante lo que va del año.
Producción en Picada: El Panorama por Marca
Toyota: Caída de más del 5% en Producción Global
Toyota, el gigante japonés, ensambló un total de 6,16 millones de vehículos en los primeros ocho meses del año, un descenso de más del 5% en comparación con el mismo periodo de 2023. Diversos factores, como el tifón Shanshan, los escándalos de certificación de seguridad y las pausas en la fabricación de modelos clave en Estados Unidos, han golpeado duramente a la compañía. Sin embargo, la marca sigue liderando el camino en ventas de vehículos híbridos, con más del 47% de sus ventas correspondientes a este segmento.
Mazda y Subaru también Retroceden
Otras marcas como Mazda y Subaru también han sufrido reveses, con caídas del 1,2% y 0,2% respectivamente en su producción acumulada hasta agosto. Mientras que Mazda se vio afectada principalmente por recortes en la fabricación de vehículos de pasajeros, Subaru experimentó una disminución de la demanda más allá de Japón.
Suzuki y Nissan Tampoco se Salvan
Suzuki, por su parte, logró un aumento del 103,9% en su producción global gracias al sólido desempeño en el mercado japonés, pero no pudo evitar una caída del 15% en agosto. De manera similar, Nissan también registró un descenso del 15% en su producción mundial el mes pasado, afectado por retrocesos en Reino Unido, Estados Unidos y China.
La Sombra de la Incertidumbre se Cierne
Estas tendencias negativas en la producción de los principales fabricantes japoneses son el reflejo de una industria que enfrenta múltiples desafíos. La pandemia, los problemas de suministro, los escándalos y los desastres naturales han supuesto un duro golpe para un sector que tradicionalmente ha sido sinónimo de eficiencia y calidad. A medida que los fabricantes luchan por recuperar el terreno perdido, la pregunta que surge es: ¿cuánto tiempo tardarán en superar esta coyuntura adversa y volver a los niveles de producción y ventas que alguna vez los caracterizaron?