viernes, 27 septiembre 2024

El petróleo seguirá depreciándose y poniendo contra las cuerdas a la OPEP

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus socios continúan acumulando malos augurios: cada vez son más los análisis predictivos que pintan un crudo en caída libre. El último en sumarse a esta tendencia es Philippe Waechter, economista jefe de Ostrum AM, quien afirma que «el precio del petróleo seguirá cayendo y eso permitirá un repunte cíclico del consumo de los hogares». Malas noticias para las compañías del sector, representadas por una Repsol que está pagando la factura en Bolsa.

«Considerando los datos de septiembre, el precio del petróleo podría caer hasta un 25% en un año, lo que ayudará a reducir la contribución negativa del precio del petróleo a la inflación» -explica Waechter- «La tasa de inflación seguirá desacelerándose de forma efectiva».

El precio del petróleo se repliega inicialmente porque la oferta continúa aumentando; En su último informe, la Agencia Internacional de Energía (AIE) indicó una progresión de a 103 millones de barriles por año

Philippe Waechter, economista jefe de Ostrum Asset Management (Ostrum AM)

«El precio del petróleo se repliega inicialmente porque la oferta continúa aumentando» -continúa- «En su último informe, la Agencia Internacional de Energía (AIE) indicó una progresión de 80.000 barriles al día en agosto a 103 millones de barriles por año».

Por otro lado, recuerda el experto, las perspectivas de demanda se revelan a la baja, especialmente en China. «La actividad es moderada, mientras que el desarrollo del parque de vehículos eléctricos es rápido: más de la mitad de los vehículos vendidos en agosto eran eléctricos».

«Mientras que las importaciones chinas de petróleo siguen siendo altas, las nuevas coberturas no anticipan una demanda más dinámica», concluye.

LA OPEP ‘SE COME’ SUS PREDICCIONES SOBRE EL PETRÓLEO

El crudo se encuentra inmerso en una desenfrenada espiral bajista y ni todo el aparato de influencia de la OPEP es capaz de frenarlo. Es más, los esfuerzos del cártel por revertir la situación solo han conseguido poner en evidencia que su capacidad para mover los hilos del mercado y de la economía no es ni una sombra de lo que fue.

El pasado 10 de septiembre, el barril Brent se desplomaba por debajo de los 70 dólares por barril, pulverizando mínimos de tres años. El ‘oro negro’ se empeñaba en hacer obsoleto su apelativo cuando todavía no había transcurrido una semana desde que la OPEP decidiera cancelar los aumentos de producción previstos, ante el despeñe de precios. Y todo en medio de una marejada de conflictos bélicos en puntos ‘calientes’ para el abastecimiento -léase Oriente Medio y Rusia-, factor que, a priori, debería presionar al alza la valoración. 

El sonrojo para el bloque petrolero es, pues, morrocotudo. Hasta hace bien poco, la organización preconizaba una «demanda saludable» para lo que queda de este año y el siguiente; y es precisamente la frágil demanda la mayor losa para el mercado del crudo.

MALOS TIEMPOS PARA REPSOL

Durante los últimos días se había visto un tímido despegue que puso al hidrocarburo en el entorno de los 74 dólares por barril. Este miércoles, sin embargo, marcó el inicio de una recaída que lo ha llevado, a cierre del jueves, a asomarse de nuevo al fondo histórico (70,90 dólares).

De pronunciarse el desplome de los precios, se multiplicarían los problemas para compañías como Repsol, que está pasando por un mal momento en Bolsa. Su acción se ha dejado casi un 8,5% en el último mes y las recomendaciones de los analistas son cada vez más frías.

Además de la anemia en la demanda de petróleo, la creciente desconfianza del mercado hacia su política de dividendos y la crisis en Venezuela -país en el que es una de las empresas españolas más expuestas– son otros factores que perjudican el desempeño de la petrolera dirigida por Josu Jon Imaz.


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