La tasa de inflación en Estados Unidos se ha moderado en el mes de agosto, según los últimos datos publicados por el Gobierno estadounidense. El índice de precios de gasto de consumo personal, la principal estadística utilizada por la Reserva Federal (Fed) para monitorizar la evolución de los precios, se situó en el 2,2% interanual, tres décimas menos que en el mes anterior.
Este descenso se produce en un contexto en el que la Fed ha venido aplicando una política monetaria restrictiva desde marzo de 2022 para intentar controlar la escalada inflacionista. La Reserva Federal ha subido en once ocasiones consecutivas los tipos de interés, llevándolos a un rango objetivo entre el 5,25% y el 5,5%. No obstante, en su última reunión de septiembre, el organismo decidió reducir la tasa de referencia en 50 puntos básicos, al tiempo que mostraba una «mayor confianza» en que la inflación se está estabilizando de forma sostenida en torno al 2%, su objetivo.
La inflación subyacente sigue moderada
Más allá del índice general, la inflación subyacente, que excluye los precios más volátiles de los alimentos y la energía, también ha evolucionado de manera contenida. En concreto, este indicador cerró agosto en el 2,7%, una décima por encima del registro del mes previo.
Por componentes, mientras que los precios de los alimentos avanzaron un 1,1%, la factura energética se abarató un 5% en términos interanuales. En términos mensuales, tanto el índice general como el subyacente mostraron un alza del 0,1%, dos décimas menos que en julio.
Riesgos más equilibrados según la Fed
Según los últimos comunicados de la Reserva Federal, el organismo considera que los riesgos para lograr el pleno empleo y la estabilidad de precios se encuentran «más o menos equilibrados» en la actualidad. De este modo, la Fed ha dado a entender que podría hacer una pausa en su ciclo de subidas de tipos de interés o incluso plantearse recortes en el futuro, siempre pendiente de cómo evolucionen los datos macroeconómicos en los próximos meses.