En un momento decisivo para la negociación entre el Gobierno y los agentes sociales, los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, han encabezado una manifestación en la capital española para exigir la aprobación de la ansiada reducción de jornada laboral. Esta movilización marca el inicio de un conjunto de protestas que se extenderán por todo el país, con el objetivo de presionar al Ejecutivo y a la patronal a llegar a un acuerdo antes de que finalice el año.
La concentración, a la que acudieron cerca de 2.500 trabajadores y sindicalistas, se vio marcada por algunas complicaciones logísticas relacionadas con los permisos otorgados por el Ayuntamiento de Madrid. Sin embargo, los líderes sindicales no se han amedrentado y han utilizado esta plataforma para lanzar un claro mensaje a la CEOE, acusándola de «bloquear» las negociaciones sobre la reducción de la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales.
La Presión Sindical Sobre la Patronal
Los secretarios generales de CCOO y UGT han sido contundentes en sus declaraciones, exigiendo a la CEOE que aclare su postura sobre esta medida, después de 9 meses de conversaciones. Según Pepe Álvarez, la patronal se ha aliado con el partido independentista Junts para boicotear la reducción de jornada, amparándose en la inestabilidad política.
Por su parte, Unai Sordo ha pedido al Gobierno que no permita que la CEOE tenga «derecho de veto» en esta negociación. Los líderes sindicales consideran que la aprobación de la reducción de jornada es una necesidad urgente, ya que los avances tecnológicos lo permiten y mejoraría la productividad de las empresas, al mismo tiempo que otorgaría a los trabajadores más tiempo libre.
La Respuesta del Ayuntamiento de Madrid
Uno de los focos de atención durante la movilización ha sido la actuación del Ayuntamiento de Madrid, al que los sindicatos han acusado de «boicotear» la manifestación. Inicialmente, la delegación del Gobierno había concedido los permisos necesarios para que la protesta se llevara a cabo de manera ordenada. Sin embargo, a última hora, el consistorio madrileño prohibió el corte de la calle Diego de León, donde se habían concentrado CCOO y UGT.
Ante esta situación, Pepe Álvarez ha asegurado que «esto va para largo» y Unai Sordo ha recordado al Ayuntamiento que esta es «Madrid», no «Caracas», en una clara alusión a la supuesta intención de obstaculizar la movilización.
La determinación de los líderes sindicales y la masiva participación de los trabajadores en esta primera jornada de protestas envían un mensaje claro al Gobierno y a la CEOE: la reducción de la jornada laboral es una demanda ineludible que debe ser atendida antes de que finalice el año. La presión ejercida a través de estas movilizaciones a nivel nacional seguramente se intensificará en los próximos días, en un intento por desbloquear las negociaciones y alcanzar un acuerdo satisfactorio para todos los agentes implicados.