viernes, 27 septiembre 2024

El temible carácter de Meghan Markle hace que los Duques de Sussex pierdan a más de 20 empleados

En un revelador informe, se ha confirmado que los duques de Sussex, Meghan Markle y el príncipe Harry, han experimentado una notable rotación de personal en los últimos años, con más de 20 renuncias de empleados, muchos de los cuales son considerados expertos en sus campos. Este fenómeno no se debe a la falta de profesionalismo, sino a las tensas relaciones interpersonales que, según fuentes cercanas, están marcadas por el temido carácter de la duquesa.

Desde su llegada a Estados Unidos, el goteo de dimisiones ha sido constante. «La gente se siente atrapada», afirma un ex-empleado que prefirió mantenerse en el anonimato. Este éxodo ha sido tan significativo que se ha llegado a hablar de un «Club de los Supervivientes de los Sussex», un grupo que agrupa a aquellos que han logrado sobrevivir en el tumultuoso entorno laboral de la pareja.

meghan markle

La situación se remonta a 2018, cuando Meghan Markle ya dio muestras de tener un carácter difícil. Su primer escándalo tuvo lugar en un episodio en el que, según informes, tuvo una acalorada discusión con Kate Middleton, lo que llevó a esta última a llorar. Además, se presentaron denuncias de dos asistentes de Kensington que acusaron a Meghan de «intimidación» y de tratarles de forma «grosera». Este incidente provocó una investigación interna por parte de Buckingham Palace, pero los resultados nunca fueron hechos públicos.

Los relatos sobre el ambiente de trabajo en torno a Meghan Markle son inquietantes. «Todo el mundo le tiene miedo», dice una fuente anónima, añadiendo que la duquesa es conocida por menospreciar a su personal y por rechazar cualquier consejo que le puedan ofrecer. La atmósfera es descrita como «tensa», con empleados que evitan dar opiniones por temor a represalias.

El entorno laboral se ha vuelto insostenible, con renuncias como la de John Kettler, jefe de personal de Harry y Meghan Markle, quien dejó su puesto después de apenas tres meses. Otros miembros del equipo, como su secretaria de prensa, Toya Holness, y su directora de relaciones públicas, Christine Weil Schirmer, también han abandonado sus cargos en los últimos años, dejando tras de sí un rastro de incertidumbre y desconfianza.

Meghan Markle

Los problemas no se limitan solo a su equipo personal. La Fundación Archewell, creada por los Sussex, ha visto igualmente una alta rotación de personal. Catherine St-Laurent, su directora, renunció después de solo un año, mientras que Mandana Dayani y Ben Browning también se unieron a la lista de renunciantes, lo que pone de manifiesto la falta de estabilidad en la organización.

Los testimonios sobre el comportamiento de Meghan han sido igualmente alarmantes. Según un informante de The Hollywood Reporter, la duquesa «camina como un dictador en tacones», lo que sugiere una actitud autoritaria que no deja lugar a la duda sobre su liderazgo. «La he visto hacer llorar a hombres hechos y derechos», revela la fuente, añadiendo un matiz perturbador a la ya complicada imagen de la pareja.

La combinación de un alto nivel de exigencia y un enfoque poco comprensivo hacia el personal ha llevado a un ambiente laboral hostil. Este tipo de liderazgo ha sido calificado como «absolutamente implacable», y no parece haber signos de que las cosas vayan a cambiar en el corto plazo.

Meghan Markle, la implacable

La continua pérdida de personal no solo afecta a la operatividad del equipo de los Sussex, sino que también pone en entredicho su reputación pública. A pesar de sus esfuerzos por ser vistos como defensores de causas sociales y humanitarias, este comportamiento ha provocado que muchos se cuestionen la autenticidad de sus acciones y el verdadero carácter de la pareja.

Meghan Markle
Meghan Markle

Mientras que Meghan Markle y Harry han tratado de construir una nueva vida en los Estados Unidos, las revelaciones sobre su gestión y el trato a su personal amenazan con empañar su imagen. «Es irónico que intenten proyectar una imagen de bienestar y comprensión cuando su propio equipo sufre tanto», comenta un experto en relaciones públicas.

El futuro de los duques de Sussex podría depender de su capacidad para reformar su estilo de liderazgo y abordar las preocupaciones sobre el ambiente laboral en su entorno. Si no logran hacerlo, la narrativa en torno a su figura seguirá siendo tensa y problemática, alimentando un ciclo de desconfianza y rotación que podría resultar devastador para sus aspiraciones a largo plazo.

A medida que continúan apareciendo más detalles sobre las dinámicas de poder en la vida de Meghan Markle y Harry, la pregunta que muchos se hacen es: ¿serán capaces de cambiar su enfoque o están condenados a seguir en esta espiral de renuncias y controversias? Solo el tiempo lo dirá, pero por ahora, la sombra del miedo y la inestabilidad sigue acechando a los Sussex, marcando un capítulo oscuro en su historia pública.


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