La AEMET (Agencia Estatal de Meteorología) suele advertir que los cambios de estación traen consigo un tiempo revuelto, especialmente al pasar del verano al otoño. Este periodo de transición se caracteriza por una mayor inestabilidad atmosférica, con alternancia de días cálidos y soleados y otros con lluvias intensas, tormentas y bajadas bruscas de temperatura. La entrada de masas de aire frío y cálido provoca variaciones significativas, lo que complica las predicciones meteorológicas. Por ello, es habitual que en septiembre y octubre se registren fenómenos como tormentas eléctricas, vientos fuertes y chubascos dispersos en diversas regiones del país. Y ahora, desde la Agencia, avisan que antes de hacer planes para este fin de semana, es mejor que tengas esto en cuenta.
1El calor propio del verano ya se ha despedido de manera definitiva
El calor propio del verano parece haberse despedido de manera definitiva, dando paso a temperaturas más suaves y días cada vez más cortos. Tras varias semanas de inestabilidad meteorológica, con alternancia de días cálidos y lluvias, el ambiente otoñal comienza a asentarse. Las noches ya son más frescas y, aunque aún podemos disfrutar de algunas jornadas soleadas, es evidente que las altas temperaturas que caracterizaron los meses de verano han quedado atrás. Este cambio es propio de la transición hacia el otoño, una estación que trae consigo no solo cambios en el clima, sino también en el paisaje.
