Dentro del catálogo de Netflix, los usuarios de esta pueden encontrar un gran número de películas que, antes de su llegada a la plataforma, por diferentes características polémicas, fueron censuradas o prohibidas en diferentes países y no llegaron a ser estrenadas dentro de los mejores cines; en este apartado especial, se encuentra una película iraní que, gracias a su crudeza y la realidad social que relata, no logró estrenarse en cines de diferentes países.
Esta película exclusiva de Netflix, además de generar mal rollo con sus imágenes, está inspirada en un hecho real ocurrido a comienzos de los 2000’s, donde una persona, la cual estaba cegada por una supuesta fe sagrada, acabo con la vida de varias mujeres en Irán, convirtiéndose en uno de los crímenes más brutales de la nueva historia del país
El despiadado Jack, el destripador iraní llena de suspenso y sangre al catálogo de Netflix
A comienzos de este año, Netflix sumó a su catálogo de películas internacionales polémicas, el film criminal y de suspenso, Araña sagrada, que desde su llegada al catálogo de la plataforma, ha logrado convertirse en todo un fenómeno viral, todo gracias a su tenebrosa historia e imágenes impactantes; esta historia transcurre dentro de las calles de la ciudad santa Mashhad, donde de manera inesperada, diferentes mujeres, quienes se dedican a realizar trabajos sexuales, son asesinadas sin piedad por un misterioso hombre, el cual afirma, mediante mensajes, que está realizando estas monstruosidades para limpiar el pecado que se ha apoderado de las calles.
Mientras la trama avanza, esta se divide en dos partes, ya que los espectadores serán testigos de cada día del asesino, así como logra capturar a sus víctimas en motocicleta, como así también su vida personal junto a su familia; por otro lado, la historia también girará en torno a Arezoo Rahimi, una periodista que decide iniciar una investigación personal para descubrir la verdadera identidad del asesino, mientras lucha contra una sociedad que no le tiene respeto, ni a ella, ni a sus palabras.
Un crudo relato de la sociedad iraní que logró enfurecer a las autoridades del país
Además de su crudeza para relatar y poner en escena los hechos aberrantes cometidos por el asesino en serie real, esta película de Netflix refleja los diferentes dramas que viven las mujeres dentro de Irán y como por sus propios medios (los cuales son escasos) deben defenderse contra la violencia del hombre; a pesar de ser una película cargada de crítica social, las autoridades de Irán consideraron que Araña sagrada, era inapropiada para ser vista por la población y fue prohibida en los cines.
Por otro lado, el país que siguió con esta medida, fue Rusia, que se desconoce con exactitud los verdaderos motivos de su prohibición, a pesar de que diferentes medios de comunicación del mundo, sostienen la idea de que esto ocurrió por la buena relación entre los mandatarios de estos países.
Aunque la polémica no finalizó allí, pues luego de que la actriz principal de esta película, Amir Ebrahami fuera premiada por el jurado del Festival de Cine de Cannes, las autoridades iraníes consideraron esto como un insulto político y la actriz, desde el estreno de la película, fue víctima de innumerables amenazas de muerte.
La aterradora historia real que inspiró al guion de la película
Luego de generar polémica dentro de su país de origen, este nuevo estreno de Netflix, gracias a su llegada al catálogo de la plataforma, logró impactar de lleno a nivel mundial, no solo por las verdades que relata sobre la sociedad iraní, sino que también, porque su historia, a pesar de que parece ser sacada de la mente de un guionista, está inspirada en uno de los crímenes más brutales del año 2000; el protagonista de esta historia, fue Saeed Hanaei, un padre de familia que por las noches, recorría las calles con su motocicleta para “limpiarla del pecado” y asesinando a un gran número de mujeres que trabajan en la zona.
Por más de 1 año, Saeed fue el responsable de 16 asesinatos de mujeres, las cuales llegaban a su vida, ya que este simulaba ser un cliente y luego de ser asesinadas por sus propias manos, este las arrojaba en zonas abandonadas; luego de un extenso juicio, donde el asesino logró conseguir el apoyo de un gran número de integrantes de la zona donde él vivía, en el año 2002, el hombre fue sentenciado a muerte y pocos meses después, murió ahorcado por las autoridades de la prisión de Mashhad.