La brecha salarial de género en España ha experimentado una notable reducción en la última década, pasando del 18,7% en 2012 al 8,7% en 2022. Este dato, revelado por Funcas con motivo del Día Internacional de la Igualdad Salarial, sitúa a España en una posición favorable respecto a la media europea, que se mantiene en el 12,7%. La disminución de esta disparidad salarial entre hombres y mujeres representa un avance significativo en la búsqueda de la equidad laboral en el país.
Este progreso no solo refleja una mejora en las condiciones laborales de las mujeres españolas, sino que también pone de manifiesto los esfuerzos realizados en materia de igualdad de oportunidades en el ámbito profesional. La reducción de la brecha salarial es el resultado de diversos factores, entre los que destacan el incremento del nivel educativo de las mujeres, su creciente acceso a puestos de mayor responsabilidad y las políticas implementadas para fomentar la igualdad en el entorno laboral.
Evolución de la brecha salarial en el contexto europeo
La reducción de la brecha salarial de género en España ha sido más rápida que en muchos otros países de la Unión Europea. Esta tendencia positiva ha llevado a que la cifra española se sitúe actualmente cuatro puntos por debajo de la media comunitaria, mientras que hace una década la superaba en más de dos puntos. Este avance posiciona a España como uno de los países europeos con mayor progreso en este ámbito.
Es importante destacar que la situación varía considerablemente entre los diferentes países de la Unión Europea. Mientras que en naciones del este de Europa, así como en Austria y Alemania, la brecha salarial aún ronda el 18%, otros países como Bélgica, Rumanía e Italia presentan cifras inferiores al 6%. Estas diferencias pueden atribuirse a diversos factores, como las políticas laborales, la estructura del mercado de trabajo y las tasas de actividad femenina en cada país.
Un caso particular es el de Luxemburgo, único país europeo donde el salario por hora de las mujeres supera en promedio al de los hombres, con una diferencia del 1% a favor de las trabajadoras. Este dato excepcional pone de manifiesto que, aunque la tendencia general en Europa es hacia la reducción de la brecha salarial, aún existen disparidades significativas entre países que requieren atención y análisis detallado.
Factores que influyen en la disminución de la brecha salarial
La caída de las diferencias salariales entre hombres y mujeres en España está estrechamente vinculada al «vuelco formativo» experimentado por las generaciones más jóvenes de mujeres. El nivel educativo de las trabajadoras españolas, que en promedio supera al de sus pares masculinos, ha contribuido significativamente a su acceso a puestos de trabajo de mayor categoría y remuneración. Este factor ha sido determinante en la reducción de la brecha salarial observada en la última década.
Otro elemento crucial en esta evolución es el reemplazo generacional en el mercado laboral. A medida que las generaciones más antiguas, caracterizadas por una brecha salarial más elevada, se jubilan y abandonan el mercado de trabajo, son sustituidas por cohortes de trabajadores jóvenes entre quienes la desigualdad salarial es significativamente menor o, en algunos casos, incluso se invierte. Este fenómeno es particularmente evidente en el grupo de trabajadores menores de 25 años, donde las mujeres ganan, en promedio, más que los hombres de la misma edad.
Sin embargo, es importante señalar que la brecha salarial en España muestra una sensibilidad notable a la edad de los trabajadores. Mientras que entre los jóvenes la situación es favorable para las mujeres, en el grupo de edad cercano a la jubilación (55-64 años) la brecha salarial alcanza el 13,5%. Esta disparidad se acentúa aún más en el grupo de mayores de 65 años, aunque el número de trabajadores activos en este rango de edad es reducido.
Impacto del tipo de jornada en la brecha salarial
La evolución de la brecha salarial entre hombres y mujeres en empleos a tiempo completo ha desempeñado un papel fundamental en la reducción de la desigualdad salarial en España. Aunque tanto los trabajos a tiempo completo como los de tiempo parcial han experimentado mejoras en la última década, la reducción ha sido sustancialmente mayor en el caso de las jornadas completas.
En 2022, la brecha salarial en los empleos a tiempo completo se había reducido al 2,3%, una cifra que refleja un avance significativo hacia la igualdad salarial en este tipo de contratos. Por otro lado, en los empleos a tiempo parcial, si bien también se ha observado una disminución, la brecha salarial sigue siendo considerable, situándose en el 18,7%. Esta disparidad entre los dos tipos de jornada laboral sugiere que aún existen desafíos importantes para alcanzar la igualdad salarial en el trabajo a tiempo parcial.
Es relevante mencionar que la mayor prevalencia de mujeres en empleos a tiempo parcial puede contribuir a mantener una brecha salarial global más elevada. Este fenómeno plantea la necesidad de abordar no solo las diferencias salariales directas, sino también las estructuras y dinámicas laborales que pueden perpetuar la desigualdad de género en el mercado de trabajo español.
En conclusión, aunque la reducción de la brecha salarial de género en España representa un avance significativo, es fundamental continuar trabajando en políticas y prácticas que promuevan la igualdad de oportunidades y remuneración en todos los niveles y tipos de empleo. La consecución de una verdadera equidad salarial requiere un esfuerzo sostenido y multifacético que aborde tanto las diferencias directas en la remuneración como las condiciones estructurales que influyen en la participación y progresión laboral de las mujeres.