La decisión de Iberdrola de plantar semillas en el negocio de los centros de procesamiento de datos es, por el momento, un movimiento estratégico para posicionarse en un sector de futuro; acertado, pero que necesitará de tiempo y paciencia para verse reflejado en los balances. Así valoran los analistas la última apuesta de la eléctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán.
Este lunes, Iberdrola celebró un webinar para analistas sobre los data center y el papel que tendrá la compañía en este negocio. Durante el evento anunció el lanzamiento de una joint venture para el desarrollo, impulso y expansión de la oportunidad de crecimiento que representa el negocio de los centros de datos para Inteligencia Artificial (IA), tanto en España como en los mercados foráneos.
En concreto, la empresa ha lanzado su nueva sociedad CPD4Green, que cuenta con un equipo para convertir terrenos eléctricos en centros de datos operativos las 24 horas, los siete días de la semana.
IBERDROLA VELA SUS ARMAS DE CARA AL FUTURO
La elección de la fórmula de joint venture para asomar la cabeza en el negocio de los data centers ha sido puesta de relieve por GVC Gaesco: «Lo que hay que tener claro, es que la entrada de Iberdrola en esta actividad se realiza como socio minoritario del desarrollador del proyecto» -comenta la firma de inversión– «Iberdrola no aporta inversión inicial en el proyecto propiamente dicho, sino que desarrollará terrenos interesantes desde el punto de vista industrial y con conexión eléctrica, para ofrecerlos a los desarrolladores de centros de datos.
De esta manera, Iberdrola busca dar entrada a un socio financiero en esta nueva sociedad con la que apuesta por impulsar el negocio de los data centers. El objetivo del proyecto es presentar un proyecto ‘llave en mano’ para los centros de datos: terreno, electricidad renovable, seguridad de suministro, conexión a la red y el contrato de energía 24×7.
Iberdrola espera que los beneficios de esta actividad alcancen entre 150 y 250 millones de euros en 2030, lo que en la parte alta de esa banda no llegaría ni al 1,5% y 4% del Ebitda y Beneficio neto que esperamos para ese año» -concluye el análisis- «Por ello, hay que valorar en su justa medida el impacto de esta actividad en el sector, que más que ser una actividad significativa en su cuenta de resultados, significa un gran apoyo a la demanda del sector y una forma de estar más cerca de los clientes de alto consumo eléctrico.
«Aunque el desarrollo de este negocio se encuentra en una fase preliminar y los efectos no se verán hasta el largo plazo, el desarrollo de centros de datos es uno de los vectores de crecimiento de la demanda eléctrica»
Renta4
Renta4, por su parte, ha reaccionado al anuncio de la eléctrica colocándole a su acción la etiqueta ‘sobreponderar’ y un precio objetivo de 13,60 euros. En sus comentarios, la financiera subraya los objetivos que se ha marcado Iberdrola, que pasan por alcanzar una cuota de mercado en España del 20% en el segmento de los centros de datos.
«Aunque el desarrollo de este negocio se encuentra en una fase preliminar y los efectos no se verán hasta el largo plazo, el desarrollo de centros de datos es uno de los vectores de crecimiento de la demanda eléctrica» -afirma Renta4- Los retornos esperados de sus participaciones podrían alcanzar TIR del equity (rentabilidad de la acción) superiores al doble dígito».
La energética confía así en abanderar este nicho de mercado, adelantándose una vez más a las tendencias del mercado y capitalizando la demanda de estos centros. Este negocio está alineado con el horizonte trazado por el gigante del Ibex, que pretende impulsar la electrificación de la economía a través de las redes, las renovables y el almacenamiento.
LA APUESTA POR POSICIONARSE EN EL MERCADO DE ‘DATA CENTERS’ enlaza directamente con el nuevo núcleo estratégico de la compañía, que prioriza el despliegue de redes sobre las renovables
Los centros de datos son un sector productivo altamente intensivo en demanda eléctrica. Invertir en ellos enlaza directamente con el nuevo núcleo estratégico de la compañía, que prioriza el despliegue de redes sobre las renovables. Según los análisis, este enfoque solidifica sus cimientos financieros.
Iberdrola prevé unas inversiones brutas de unos 41.000 millones de euros en el periodo 2024-2026 para alcanzar un beneficio neto de entre 5.600-5.800 millones de euros al final del periodo.
El 85% de las inversiones tendrán por destino mercados con rating ‘A’; siendo Estados Unidos el principal foco inversor para la energética, con el 35% -unos 14.350 millones de euros-; seguido del Reino Unido (24%) -unos 9.840 millones de euros-, Iberia -España y Portugal-, (15%), Latinoamérica (15%) y Alemania, Francia, Australia y otros países de la Unión Europea (11%). El 70% de la inversión del grupo estará focalizado en el crecimiento.