La firma sueca SKF, principal elaboradora de rodamientos a nivel global, dividirá su actividad de automoción

En un movimiento estratégico para mejorar su desempeño y atender las presiones de los inversores, SKF, el mayor fabricante de rodamientos del mundo, ha anunciado que está evaluando la separación de su negocio de automoción de su unidad industrial. Esta decisión, respaldada por el consejo de administración de la compañía, busca preservar la rentabilidad del grupo y liberar el potencial de valor de SKF.

La propuesta plantea distribuir las acciones de la división de automoción entre los accionistas actuales, lo que permitiría una cotización independiente de esta unidad en la Bolsa sueca. Este movimiento está previsto para ser presentado en la junta anual de 2026 y completado durante el primer semestre de ese mismo año.

La Rentabilidad Diferenciada de las Divisiones de SKF

Los datos financieros revelan una clara disparidad en la rentabilidad de las diferentes unidades de negocio de SKF. Mientras que el negocio industrial registró en 2023 unos ingresos de 73.000 millones de coronas suecas (6.441 millones de euros) y un margen operativo del 15,4%, la división de automoción tuvo unos ingresos de 30.000 millones de coronas suecas (2.697 millones de euros) y un margen operativo del 5,6%.

Esta divergencia en los resultados ha sido un factor clave en la decisión de la compañía de considerar la separación de estas unidades. Según el presidente de SKF, Hans Straberg, «Ambas empresas son líderes mundiales en sus respectivos campos y, a través de un enfoque más claro, aumentarán el valor para el cliente y aprovecharán sus estrategias como empresas independientes».

El Impulso de los Inversores Activistas

La presión ejercida por el inversor activista Cevian Capital, que posee el 8% de las participaciones del grupo, ha sido otro elemento determinante en este proceso. Cevian Capital advierte que el movimiento permitirá «liberar el potencial de valor de SKF», ya que, a pesar de tener un margen operativo similar al del resto de la industria sueca, las acciones de SKF cotizan a un múltiplo inferior a la mitad de otras compañías como ABB y Trelleborg.

Además, FAM, el mayor accionista de la compañía con un 29% de los derechos de voto, ha anunciado su apoyo a esta disolución, lo que fortalece aún más la posición de SKF en su decisión estratégica.

Este anuncio ha tenido un impacto positivo en el mercado, con las acciones de SKF que cotizan en la Bolsa de Valores de Estocolmo disparándose más de un 7% en la sesión de este martes, alcanzando las 200,9 coronas suecas (unos 17,6 euros por título). La compañía ha incrementado su capitalización en el último año más de ocho puntos porcentuales, lo que refleja la confianza de los inversores en esta medida.

En resumen, la decisión de SKF de separar su negocio de automoción de la unidad industrial responde a la necesidad de mejorar la rentabilidad del grupo y atender las presiones de los inversores activistas. Esta estrategia, respaldada por el consejo de administración y los principales accionistas, tiene como objetivo liberar el potencial de valor de SKF y posicionarla como un líder aún más sólido en sus respectivos mercados.