El jamón ibérico, un auténtico tesoro gastronómico de nuestra tierra, es sin duda uno de los ingredientes más emblemáticos de la cocina española. Su sabor inigualable y su textura delicada lo convierten en el protagonista indiscutible de cualquier mesa, especialmente en ocasiones especiales. Ya sea en dados, lonchas o en otros formatos, el jamón de pata negra es un lujo que todos queremos disfrutar. Sin embargo, tras una celebración, a menudo nos encontramos con restos que, aunque deliciosos, pueden parecer difíciles de aprovechar.
11Preparación paso a paso
- Derretir la grasa: comienza colocando la grasa de jamón en una sartén a fuego medio. Permite que se derrita lentamente, liberando su sabor y aroma. Este proceso tomará unos minutos y es crucial para obtener el mejor resultado.
- Batir los huevos: mientras la grasa se derrite, rompe los huevos en un bol y bátelos bien. Agrega una pizca de pimienta negra molida al gusto. Este paso es esencial para que los huevos queden bien mezclados y adquieran un sabor equilibrado.
- Cocinar los huevos: una vez que la grasa esté completamente derretida, vierte los huevos batidos en la sartén. Utiliza una cuchara de madera o una espátula para remover suavemente. Es importante hacerlo con movimientos delicados para que los huevos se cocinen de manera uniforme y no se conviertan en una masa dura.
- Lograr la consistencia perfecta: cocina los huevos durante aproximadamente cinco minutos, o hasta que alcancen la consistencia que prefieras. Recuerda que deben quedar cremosos y jugosos, así que evita cocinarlos en exceso.
- Añadir el topping: una vez que los huevos estén listos, retíralos del fuego y sírvelos en platos individuales. Espolvorea los tacos de jamón por encima para añadir textura y un sabor extra que complementará la riqueza de los huevos.