Luego de varios meses escuchando y leyendo opiniones de expertos sobre los posibles peligros futuros que tendrán lugar gracias a la inteligencia artificial (IA), últimamente el panorama se venía tornando mucho más esperanzador y menos catastrófico. Sin embargo, los temores del pasado han regresado tras conocerse lo que ha sucedido con The AI Scientist (La Científica IA), la IA que se salió de control y que amenaza con volverse autónoma.
Desde peligros relacionados con la privacidad de los usuarios hasta señales «inminentes» de que la inteligencia artificial será capaz de acabar con la humanidad, son varios de los temores que han sido advertidos por diferentes estudios y voces especializadas en el tema. No obstante, teniendo en cuenta que hasta el momento no había ocurrido un hecho tan explícito que demostrara que estas predicciones podrían volverse realidad, casi nadie tomó estas advertencias lo suficientemente en serio… ¿Esto debería cambiar?
2Tenemos un desafío como humanidad
Tras lo acontecido con The AI Scientist, queda más claro todavía que resulta sumamente necesario no solo establecer sistemas de control más robustos que sean capaces de detectar y corregir los errores que puedan llegar a presentar herramientas como esta, sino también fomentar métodos de regulación mucho más estrictos que obliguen a las compañías en cuestión a garantizar un funcionamiento correcto y seguro por parte de sus servicios.
Urge que empresas como Sakana AI, OpenAI y los grandes imperios de la tecnología quiten el pie del acelerador por un momento, recapaciten y retomen los avances en materia de inteligencia artificial de una forma mucho más responsable y cuidadosa; priorizando calidad y seguridad por encima de la inmediatez y la cantidad.