Tesla, la compañía fabricante y vendedora de automóviles eléctricos propiedad de Elon Musk, acumula varios años siendo la favorita para quedarse definitivamente con el primer puesto de una industria naciente: la movilidad autónoma. Con el propósito de hacer realidad estas expectativas, la empresa de Musk se encuentra en la fase final del desarrollo de su FSD (Full Self-Driving/Autoconducción Completa), un sistema de conducción autónoma total diseñado para que los vehículos operen sin intervención humana en situaciones particulares; eso sí, bajo la supervisión del conductor.
Actualmente, la FSD se encuentra disponible únicamente en Estados Unidos en su fase beta (de prueba); etapa que representa uno de los últimos pasos de Tesla hacia el esperado lanzamiento oficial de esta novedad a nivel mundial, con la cual buscará no solo revolucionar la experiencia del conductor, sino también posicionarse de una vez por todas como la compañía líder en el ámbito de la movilidad autónoma. Pero entonces, ¿cuándo estará disponible esta función en Europa? A continuación te lo contaremos.
1Los desafíos a los que se enfrentará Tesla al implementar su FSD en Europa
De manera oficial, Tesla ha anunciado que su sistema de conducción autónoma total llegará a China y Europa a principios del próximo año, siendo este el primer gran paso hacia la proliferación de esta tecnología a nivel internacional. Sin embargo, no todo es color de rosa, ya que se espera que la compañía de Elon Musk se enfrente a grandes desafíos regulatorios en este lado del mundo, después de las críticas que ha recibido su FSD en Estados Unidos.
En diferente oportunidades, Elon Musk ha dejado claro que su empresa no pretende reducir los accidentes de tránsito con la FSD, sino modificar la forma en la que los conductores interactúan con sus vehículos. Sin embargo, para la correcta implementación de esta tecnología en los países europeos, por ejemplo, Tesla tendrá que demostrar que su sistema de conducción autónoma total es lo suficientemente seguro y cómodo como para no representar riesgos adicionales para los usuarios, a través de diferentes pruebas a las que será sometido por parte de los organismos del Viejo Continente.
