martes, 8 abril 2025

La industria automotriz europea presiona para posponer hasta 2027 los objetivos de emisiones

La industria automotriz europea se encuentra en una encrucijada, enfrentándose a desafíos sin precedentes en su transición hacia la sostenibilidad. Ante la inminente implementación de objetivos más estrictos de emisiones de CO2 para el año 2025, los fabricantes de automóviles están ejerciendo una presión significativa a través de los canales ejecutivos de la Unión Europea, solicitando un retraso de dos años en el cumplimiento de dichos requisitos.

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LA URGENCIA DE CUMPLIR CON LOS OBJETIVOS DE EMISIONES

Según la normativa comunitaria actual, el parque móvil europeo debe emitir un máximo de 95 gramos de dióxido de carbono por kilómetro y vehículo. Esta meta implicaría que los fabricantes se vean obligados a detener la producción de aproximadamente dos millones de vehículos, o enfrentarse a multas que podrían alcanzar los 13.000 millones de euros en el segmento de turismos, tal como lo han alertado desde la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA). Incluso en el caso de los vehículos comerciales, las sanciones adicionales podrían ascender a 3.000 millones de euros si no se logran los objetivos climáticos.

El consejero delegado de Renault, Luca de Meo, ha señalado que algunos fabricantes, incluido Volkswagen, podrían incurrir en multas por no poder avanzar al ritmo que exigen las autoridades públicas en la transición hacia el vehículo eléctrico. Según los fabricantes, la baja demanda de vehículos eléctricos por parte de los consumidores y la competencia desleal de fabricantes de terceros países han generado una crisis que imposibilita el cumplimiento de estos objetivos.

LAS CONDICIONES NECESARIAS PARA UNA TRANSICIÓN EXITOSA

Desde la industria automotriz, se alerta que la Unión Europea carece de las condiciones cruciales para una adopción masiva de automóviles y furgonetas de cero emisiones. Entre estas condiciones se encuentran: una infraestructura de carga y recarga de hidrógeno adecuada, un entorno de fabricación competitivo, energía verde asequible, incentivos fiscales y de compra, y un suministro seguro de materias primas, hidrógeno y baterías.

Ante esta realidad, la patronal de los fabricantes solicita oficialmente un retraso de dos años en el cumplimiento de los objetivos de emisiones de CO2 para 2025, y la imposición de multas por valor de 5.000 millones de euros en caso de incumplimiento. Las compañías más expuestas a estas sanciones serían Volkswagen, Renault, Stellantis y Ford.

LOS DESAFÍOS DE LA ELECTRIFICACIÓN

Según los cálculos del sector, para que el mercado automovilístico europeo cumpla con las normas más estrictas sobre emisiones de 2025, la cuota de vehículos eléctricos en turismos y furgonetas debería situarse entre el 20% y el 22%, muy por encima de los parámetros actuales, que se encuentran por debajo del 15% en el caso de los turismos y mucho más bajo en el de las furgonetas.

A más largo plazo, la Unión Europea prevé eliminar progresivamente la venta de vehículos nuevos con motor de combustión para el año 2035, lo que plantea aún mayores desafíos a la industria automotriz. En este contexto, la revisión del objetivo establecido para el año 2026 será fundamental para determinar los próximos pasos en la transición hacia una movilidad más sostenible.


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