martes, 17 septiembre 2024

Coca-Cola y Nestlé tendrán que ‘reinventar’ la producción por la reducción del plástico

La presión regulatoria, la preocupación por el cambio climático y las demandas de los inversores de mejores estrategias de reducción de residuos llegan en forma de cartas a las directivas de Coca-Cola, Nestlé y Kellogg’s. Una situación que a medida que pasa se amplían los riesgos para el comercio minorista de bebidas y alimentos envasados.

El problema es que a medida que las políticas y los acontecimientos del mercado apuntan a riesgos a largo plazo, y la gestión ineficaz del desperdicio puede conducir a pérdidas de ingresos, costes litigios y daños a la reputación de las empresas. Sin ir más lejos, Coca-Cola siempre ha tenido problemas en cuanto al ‘greenwashing’.

Concretamente, Coca-Cola es la multinacional que se corona como la mayor contaminadora de plástico del planeta, eso sí, a pesar de sus esfuerzos ingentes de dinero y marketing para lavar su imagen con programas de sostenibilidad, reducción del consumo de agua y rebajar el uso de plásticos mediante estrategias de reciclaje.

Nestlé

LAS CARTAS PARA REDUCIR LA CONTAMINACIÓN

En este contexto, una coalición de 189 inversores con 10 billones de dólares en activos, han escrito alrededor de tres docenas de cartas dirigidas a los sectores de bienes de consumo y venta minorista de alimentos, instando a que se tomen medidas para reducir el consumo de plástico y la contaminación, ya que las medidas hasta la fecha no han tenido impacto significativo. Entre los destinatarios de las cartas se encuentran Kellogg’s, Coca-Cola y Nestlé.

«El compromiso Global liderado por la Fundación Ellen MacArthur, es otra iniciativa que está presionando a las empresas. En total, ha reunido 500 firmas, responsables del 20% de todos los envases de plástico a nivel mundial, que quieren comprometerse a trabajar hacia una economía circular», señalan los expertos de Bloomberg.

LA PRODUCCIÓN Y EL CONSUMO DE PLÁSTICOS DEBE AJUSTARSE A LOS LÍMITES PLANETARIOS Y ALINEARSE CON EL ACUERDO DE PARÍS EL MARCO MUNDIAL PARA LA DIVERSIDAD BIOLÓGICA

Los residuos en empresas como Coca-Cola y Nestlé, entre otras, han sido durante mucho tiempo el tema más crítico en el análisis ESG, es decir, cuando hablamos de ESG nos referimos a los criterios como los factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo que se tienen en cuenta a la hora de invertir en una empresa u otra.

Pero, la creciente preocupación ha escalado más allá de los criterios de ESG, y puede terminar teniendo implicaciones significativas para una variedad de industrias como la de la alimentación y los refrescos a medida que entren en vigor nuevas regulaciones y tratados. La Unión Europea, quiere reducir los residuos de los envases en un 15% per cápita en 2024, y con el objetivo de que todos los envases sean reciclables para 2030.

Los objetivos sostenibles de Nestlé harán que sus productos sean más caros
Los objetivos sostenibles de Nestlé harán que sus productos sean más caros.

Sin ir más lejos, Nestlé en abril de 2024 señalo otro posible aumento de sus productos a causa de en 2020 estar en la lista de empresas más contaminantes. Según Changing Markets Foundation, en 2020, la compañía alimenticia suiza fue el tercer mayor contaminante de plástico del planeta. Siendo así, Nestlé aumentó los precios de sus productos en 2023 un 7,5%, y con su cambio en la estrategia ‘verde’ puede hacer que suba los precios otra vez.

En este contexto, Nestlé sigue comprometida en diseñar el 100% de sus envases de plástico para el reciclaje. Para 2025, esperan que más del 25% lo sea, y hasta la fecha el 86,8% del total de sus envases ya es reciclable o reutilizable. Sin ir más lejos, la compañía alimenticia suiza quiere utilizar menos material de embalaje, incluido menos plástico virgen, y algunos de los ejemplos con estas acciones son la eliminación de tapas de plástico, capas y películas innecesarias.

SE ENDURECE LA NORMATIVA DE RESIDUOS Y PLÁSTICOS QUE AFECTA A NESTLÉ Y COCA-COLA

Sin ir más lejos, las preocupaciones sobre los residuos han dado lugar a nuevas normativas y a demandas de una mayor transparencia. En Europa, las políticas de responsabilidad ampliada del productor, les obligan a las compañías como Coca-Cola y Nestlé a rendir cuentas por la gestión de los residuos al final de su vida útil.

Dichas normas para seguir controlando la gestión de residuos en las empresas ayudan a cumplir los objetivos nacionales o de la Unión Europea en materia de reciclaje y recuperación. Uno de los objetivos de cara a 2030, como bien indican desde la Unión Europea, es conseguir que el 70% de los envases sean reciclables.

Earth Island Sues Coca Cola Over Greenwashing Claims Merca2.es

En la presentación del Informe de sostenibilidad por parte de Coca-Cola de 2023, que presentaron en julio de 2024, indicaban que, «lideramos el crecimiento rentable y sostenible. Cuidamos de los factores sociales, ambientales y de Gobierno Corporativo (ESG) fomentando el diálogo constante para mejorar la toma de decisiones orientada a los intereses de nuestros accionistas, colaboradores y consumidores». Unas declaraciones que no se corresponden con los datos.

«NUESTRO COMPROMISO ES SEGUIR ELIMINANDO EL PLÁSTICO Y OTROS MATERIALES INNECESARIOS DE NUESTROS ENVASES MEDIANTE PROGRAMAS DE ALIGERAMIENTO»

Señalan desde Coca Cola en su Informe de Sostenibilidad 2023

En este sentido, los compromisos que presenta Coca-Cola de cara al futuro son qué el cien por cien de sus envases primarios sean reciclables en 2025; que en 2030 las botellas no contengan plástico virgen de origen fósil; y ven la necesidad de por cada envase que vendan recoger otro, pero eso ya pensando en dentro de 6 años.


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