jueves, 19 septiembre 2024

El consumo de cigarrillos ilegales se dispara en la UE, pero España se mantiene con una de las tasas más bajas

El comercio ilícito de cigarrillos en Europa ha alcanzado niveles alarmantes, según revela un reciente estudio realizado por KPMG en colaboración con Philip Morris International (PMI). El informe destaca que en 2023, el consumo de cigarrillos ilegales en el continente europeo ascendió a la asombrosa cifra de 52.200 millones de unidades. Esta estadística implica que aproximadamente uno de cada diez cigarrillos consumidos en la Unión Europea proviene de fuentes ilícitas, lo que representa un desafío significativo para las autoridades y una considerable pérdida de ingresos fiscales para los gobiernos.

La situación es particularmente crítica en Francia, que se ha convertido en el epicentro del mercado ilícito de cigarrillos en la UE. El país galo concentra el 47,7% del consumo total de cigarrillos ilícitos del continente, con un volumen que alcanza los 16.800 millones de unidades. Este fenómeno no solo alimenta las redes de crimen organizado, sino que también ocasiona una pérdida estimada de 7.300 millones de euros en ingresos fiscales para el gobierno francés. Por otro lado, España muestra una tendencia más positiva, con una disminución en el consumo ilícito, que ahora representa el 2,8% del total, aunque aún supone una pérdida fiscal de aproximadamente 210 millones de euros.

El impacto económico y social del comercio ilícito de cigarrillos

El comercio ilícito de cigarrillos no solo representa una amenaza para la salud pública, sino que también tiene repercusiones económicas significativas. En el ámbito de la Unión Europea, se estima que los gobiernos han perdido alrededor de 11.600 millones de euros en ingresos fiscales durante el año 2023, una cifra que supera los 11.300 millones registrados en 2022. Esta pérdida de recursos fiscales podría haberse destinado a servicios públicos esenciales o a programas de prevención del tabaquismo.

La evolución de los grupos de delincuencia organizada en Europa es un factor clave en el aumento del comercio ilícito. Estos grupos han adaptado sus estrategias, estableciendo instalaciones de producción cada vez más cerca de los países de Europa Occidental. Esta proximidad facilita la distribución de productos ilícitos y dificulta la labor de las autoridades para interceptar los envíos antes de que lleguen a los consumidores.

El fenómeno del comercio ilícito de cigarrillos es, en parte, una consecuencia de políticas que no han logrado frenar eficazmente este problema ni reducir la prevalencia del tabaquismo. Esta situación no solo pone en riesgo a los consumidores, sino que también afecta negativamente a los gobiernos, las empresas legítimas y la sociedad en general. La falta de un enfoque holístico que combine sanciones severas, aplicación rigurosa de la ley, campañas de concienciación y un entorno fiscal y normativo predecible, contribuye a la persistencia y crecimiento de este mercado negro.

La proliferación de fábricas ilegales y el aumento de falsificaciones

Los datos proporcionados por las fuerzas de seguridad y los medios de comunicación revelan una preocupante tendencia en la proliferación de fábricas ilegales de cigarrillos. Solo en 2023, las autoridades regionales y locales desmantelaron al menos 113 centros clandestinos de fabricación en 22 países europeos. Esta cifra subraya la magnitud del problema y la sofisticación de las operaciones ilegales que se han establecido en el continente.

El consumo de cigarrillos falsificados ha experimentado un aumento constante por quinto año consecutivo, impulsado principalmente por la demanda en el Reino Unido y Ucrania. Este incremento se suma al crecimiento de otras categorías de comercio ilícito, como los «illicit whites» y el contrabando tradicional. La combinación de estos factores, junto con la recuperación de los volúmenes legales transfronterizos tras el fin de las restricciones de viaje relacionadas con la pandemia de COVID-19, ha llevado el consumo total no doméstico a su nivel más alto de la historia, representando el 15,5% del mercado, lo que equivale a más de 1 de cada 6 cigarrillos consumidos.

A pesar de este panorama desalentador, el informe también ofrece algunos datos positivos. En 26 países europeos, la cuota de consumo ilícito se mantiene por debajo del 10% del consumo total, y en 16 de estos mercados, esta cifra es inferior al 5%. Además, en 25 de los 38 países europeos incluidos en el estudio, la cuota de consumo de cigarrillos ilícitos se mantiene estable o disminuye en comparación con 2022, como es el caso de España. Estos datos sugieren que las medidas implementadas en algunos países están teniendo un impacto positivo en la lucha contra el comercio ilícito.

La percepción pública y el camino hacia soluciones efectivas

Para comprender mejor la opinión de la sociedad sobre el comercio ilícito, PMI encargó una encuesta a la empresa independiente Povaddo. Este estudio, realizado en enero de 2024 entre adultos de 14 países europeos, reveló que el 60% de los encuestados considera que su país y la UE en su conjunto tienen un problema significativo con el tabaco y los productos ilícitos que contienen nicotina.

La encuesta también arrojó luz sobre la percepción pública de las políticas gubernamentales. Casi tres cuartas partes de los encuestados (74%) están de acuerdo en que los gobiernos deben considerar el comercio ilícito como una consecuencia no deseada al decidir cómo regular y gravar el tabaco y los productos que contienen nicotina. Esta opinión sugiere que existe una conciencia creciente entre la población sobre la complejidad del problema y la necesidad de enfoques más matizados en la formulación de políticas.

Además, el 77% de los participantes en la encuesta coincide en que el comercio ilícito priva a los gobiernos de importantes ingresos fiscales. Este reconocimiento por parte de la opinión pública podría ser un catalizador para impulsar acciones más decididas por parte de las autoridades y fomentar una mayor colaboración entre el sector público y privado en la lucha contra este fenómeno. La implementación de estrategias integrales que aborden tanto la oferta como la demanda de productos ilícitos, junto con campañas de educación y concienciación, será fundamental para reducir el impacto del comercio ilícito de cigarrillos en Europa y proteger la salud pública y los intereses económicos de los países afectados.


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