La silicosis sigue siendo la primera enfermedad laboral en Andalucía 2024. Según datos del CEPROSS (Comunicación de enfermedades profesionales en Seguridad Social), España cuenta con un total de 500 casos al año. Unos datos que surgen a partir de los diagnósticos y de los reconocimientos médicos efectuados a las personas trabajadoras que acuden a través de diferentes organismos. Pero, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número total de silicóticos en el mundo podría alcanzar los 5 millones de personas.
«Las cifras que maneja CEPROSS no son reales. Realmente, si utilizáramos un sistema para poder contabilizar exactamente los enfermos que hay de silicosis o las sospechas que hay sobre silicosis, nosotros estaríamos triplicando los valores de la epidemia que hay en este momento», señala José Humberto Muñoz, extrabajador de Cosentino. Sin ir más lejos, la empresa de encimeras de cuarzo, Cosentino, empresa presidida por Francisco Martínez-Cosentino, suma más de la mitad de enfermos de silicosis.
En este contexto, la silicosis sigue creciendo. Tanto enfermos de silicosis como expertos aseguran que los principales culpables de que siga en aumento esta epidemia es la Administración General del Estado, ya que no ha realizado ninguna acción al respecto ni en administración ni en comunidades autónomas.
LA DIFERENCIA ENTRE LA ENFERMEDAD DE LA SILICOSIS ENTRE LOS MARMOLISTAS Y LOS MINEROS
En primer lugar, cuando hablamos de la silicosis nos referimos a una enfermedad respiratoria ocupacional producida por la inhalación de sílice cristalina respirable. Después del inicio de la enfermedad, se produce fibrosis pulmonar, que esto puede llevar a una insuficiencia respiratoria, y en algunos casos a la muerte.
En cuanto a la sílice, es uno de los minerales más abundantes en el mundo, y está ampliamente distribuido en la naturaleza y se encuentra mayoritariamente en rocas, arena y arcilla. Está formada por silicio (Si) y oxígeno (O) y forma silicatos al combinarse con otros elementos químicos. El problema de este químico es cuando son procesados producen polvos de sílice cristalinos, que resultan peligrosos y cancerígenos si se inhalan.
El polvo de sílice se genera en procesos industriales como el corte, el triturado o la perforación de materiales que contienen sílice, como el cuarzo
«Antes eran los mineros por el cuarzo que contiene un 90% de polvo de sílice. Además, van acompañados de metales pesados, y cada elemento puede ser perjudicial. Sin ir más lejos, con ocho meses trabajando en marmolería ya se puede tener silicosis. Imagínate un trabajador de Cosentino que estuvo en la empresa entre nueve y diez años, tiene silicosis, pero un grado más elevado», explica a MERCA2 un trabajador que pide no ser citado.
Sin ir más lejos, hay dos tipos de silicosis: la del aglomerado de cuarzo y la silicosis de las minas. Esta última ha ido casi desapareciendo en España por el desplazamiento de la actividad minera hacia otros países con menores costes producción. No obstante, únicamente en estudios extranjeros se ha revelado un mayor riesgo de cáncer de pulmón en trabajadores con silicosis. «Lo peligroso es el polvo que se mete en los pulmones», cuenta el trabajador.
En este sentido, mientras que los trabajadores de las minas, se les diagnosticaban la silicosis a partir de los 20 años de exposición, y era una silicosis simple, a los trabajadores de las marmolerías que trabajan con escasa o nula protección, la enfermedad se les desarrolla en menos de 10 años de exposición, y además de forma mucho más acelerada, cambiando el diagnóstico de simple a complicada en unos plazos muy cortos.
LOS ELEMENTOS DE SEGURIDAD DE COSENTINO
En este contexto, hace años que Cosentino invirtió alrededor de 58 millones de euros para aplicar medidas de seguridad para sus empleados. No obstante, dicha inversión no se ha terminado de aplicar. La compañía no ha puesto en marcha medidas de seguridad más fuerte, ya que ha preferido invertir ese dinero en la productividad.
Por su lado, Cosentino ha ido aplicando alguna medida como extractores potentes. El caso es que cuando uno de esos extractores se les rompe no paran la producción. «A veces entre nosotros nos veíamos a metro y medio porque se habían roto los extractores, pero seguíamos trabajando», cuenta un empleado a este medio.
«Prohibir productos que tienen un porcentaje muy amplio de sílice no es la postura de Cosentino. Pero, creo que la postura de la empresa debería de ser contar con unas medidas de seguridad para que ese polvo no pueda afectar a sus trabajadores. Una opción viable sería un control numérico, y el cierre hermético, para que así no salga el polvo», señalan a MERCA2.
No obstante, José Humberto Muñoz, extrabajador de Cosentino, señala a MERCA2 que «al prohibir este material denotan que no son capaces de que las empresas no son capaces de seguir las leyes. Hay que tener elementos de seguridad, no se trata de prohibir, pero hay que aplicar elementos de seguridad». Cosentino cuanta con elementos de seguridad, pero hasta que no solucionan las máquinas rotas, aplican protocolos prohibidos.
«PARAR LA PRODUCCIÓN CUANDO SE ROMPE UNA MÁQUINA NO ENTRA DENTRO DE LA FILOSOFÍA DE LA EMPRESA»
«Los empleados de Cosentino trabajan con elementos de seguridad anulados. Presionan para seguir produciendo, aunque alguna máquina se rompa o no tengan un buen funcionamiento y ponga en peligro a sus trabajadores», explica un extrabajador que ha ido viviendo momentos complicados en la compañía donde si una máquina se rompía y producía más polvo, los trabajadores seguían realizando sus tareas pero más expuestos al polvo de la sílice.
En este sentido, Entre las medidas adecuadas para la seguridad, evitando el polvo de la sílice están, por ejemplo, trabajar todo con agua y con cierre encapsulado. Si todo el polvo se va llevando a una aspiradora con agua no se genera polvo y los trabajadores no debería de llevar mascarillas. Además, con el control numérico, se puede aislar el polvo.