lunes, 16 septiembre 2024

La falta de inversión en el sector eléctrico en Europa pone en riesgo el futuro de la industria

La transformación hacia la movilidad eléctrica en Europa se enfrenta a tiempos inciertos, con una caída en la demanda de vehículos eléctricos y disminución de la rentabilidad de los grandes fabricantes. A pesar de los desafíos, los fabricantes europeos son conscientes de que no pueden perder la oportunidad de modificar la propulsión de sus vehículos y electrificar sus flotas.

La crisis en el sector automotriz europeo se ha acentuado, con fabricantes como Volkswagen enfrentando el posible cierre de plantas ante un «entorno competitivo muy difícil». Algunas compañías, como Toyota, han recortado significativamente sus planes de producción mundial de vehículos eléctricos para 2026. Incluso marcas como Volvo y Porsche han retrocedido en sus objetivos de electrificación, citando altos costos de producción y débil demanda de los consumidores.

Desafíos en la Cadena de Suministro y Baterías

La cadena de suministro europea de vehículos eléctricos aún necesita tiempo para desarrollarse, mientras que la caída de los precios de las baterías de iones de litio plantea un desafío para la creación de nuevas instalaciones locales. Esto, sumado a la competencia creciente de las marcas chinas, ha llevado a fabricantes como Stellantis y Mercedes-Benz a disminuir la producción de vehículos eléctricos.

Mantener la Transformación Hacia la Movilidad Eléctrica

A pesar de los vientos en contra, los fabricantes europeos son conscientes de que no pueden perder la oportunidad de modificar la propulsión de sus vehículos y electrificar sus flotas, ya que no se espera que la Comisión Europea suavice sus objetivos de prohibición de ventas de coches de combustión a partir de 2035. En este contexto, el documento de ING aconseja mantener las inversiones para «asegurar posiciones a largo plazo» en el mercado durante la próxima década.


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