Escapada perfecta: playas vírgenes y gastronomía. Si estás buscando un destino que combine la belleza natural con una rica herencia cultural, no busques más: Ribadesella y Llanes, dos joyas de la costa asturiana, te esperan. Estos encantadores pueblos marineros no solo ofrecen paisajes impresionantes, sino también una experiencia gastronómica que deleitará a los amantes de la buena comida.
Desde sus playas vírgenes, donde el sonido de las olas se mezcla con el canto de las gaviotas, hasta sus pintorescas calles llenas de historia, cada rincón de Ribadesella y Llanes está impregnado de encanto.
6Paseo de San Pedro: un mirador natural
Inaugurado en 1847, el Paseo de San Pedro ha sido un punto de vigilancia durante siglos, utilizado para avistar ballenas, bancos de peces o embarcaciones hostiles. Este encantador sendero elevado es conocido por sus vistas incomparables de la costa y las montañas circundantes. Es el lugar ideal para maravillarte con la belleza de los acantilados y el vaivén del mar Cantábrico.
Además, el camino está cubierto de césped, lo que te permite descalzarte y sentir la suavidad del verde asturiano bajo tus pies. Conéctate con la naturaleza, respira profundamente y deja que la calma te envuelva mientras contemplas el horizonte infinito.