miércoles, 18 septiembre 2024

Transporte de carga y encomiendas al sur del Perú

Transportar cargas y encomiendas en el sur del Perú no es nada sencillo. Por eso, a la hora de hacerlo hay que contar con empresas que posean una amplia experiencia, pues no todas pueden garantizar que las mercancías llegarán a tiempo al destino.

Un ejemplo lo tenemos en el Envio de cargas y encomiendas a Ica, un terreno desértico accidentado con valles, cerros, dunas, cordilleras, etc., por el que no es sencillo transitar con camiones cargados.

La geografía y sus implicaciones

El sur de Perú tiene una geografía muy variada. Incluye zonas costeras, en las Cargas de lima a Cañete son las que encuentran los conductores al llegar a esta ciudad, pero también montañas andinas y valles profundos.

De hecho, las ciudades clave de la región, como Puno, Arequipa o Tacna, se sitúan en zonas montañosas o altiplanos, complicando así el acceso y aumentando los costes del transporte.

Las carreteras pueden ser muy estrechas y con una gran cantidad de curvas, además de atravesar enormes altitudes. Eso exige una flota de vehículos bien mantenidos y conductores experimentados. Por si fuera poco, de noviembre a marzo se da la temporada de lluvias, por lo que los deslizamientos de tierras no son raros. Cuando ocurren, interrumpen el flujo de mercancías y encomiendas.

Las infraestructuras no son las mejores

Es cierto que, durante los últimos años, el gobierno peruano se ha esforzado en mejorar las carreteras del sur del país, pero sigue habiendo grandes brechas entre distintas zonas.

La Carretera Panamericana Sur (el Envio de carga de Lima a Pisco se hace a través de ella) y la vía Interoceánica Sur son ejes fundamentales para el transporte de carga. Estas casi siempre permanecen en perfectas condiciones, pero esto cambia en las vías secundarias.

Lo usual es que permanezcan en mal estado o tengan un acceso complicado, por lo que los tiempos de entrega aumentan bastante.

¿A qué desafíos se enfrentan las empresas?

Todas las empresas que se dedican a las encomiendas y al transporte de cargas en el sur del Perú se enfrentan a múltiples desafíos, que van más allá de los que hemos visto.

Uno de los mayores es lo que en este país se conoce como la informalidad, lo que en Europa se llaman empresas ilegales. En Perú podemos ver a muchas compañías pequeñas o personas que se definen como transportistas, que operan sin licencias y evaden impuestos. Eso supone una competencia desleal para las empresas ya establecidas.

Además, está el cambio constante en los precios de los combustibles, la seguridad que cada vez es más estricta y las regulaciones ambientales. Así, las empresas legales están en un entorno desafiante, lo cual las obliga a buscar cómo reducir costos de manera constante, a mejorar la eficiencia operativa y a ofrecer un servicio de calidad.

De esa forma, se pueden diferenciar en un mercado que es muy competitivo, en especial por la competencia desleal de las empresas informales, que no deben cumplir con ninguna regulación ni tienen apenas costos al no tener que abonar impuestos.


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