La gestora Panza Capital ha anunciado una serie de movimientos estratégicos en su cartera de inversiones durante el tercer trimestre del año. Después de un verano marcado por la volatilidad en los mercados financieros, la firma ha decidido retomar algunas posiciones que había abandonado recientemente, con el objetivo de aprovechar las correcciones bursátiles producidas a mediados de la temporada estival.
Según el presidente y director de inversiones de Panza Capital, Beltrán de la Lastra, la compañía ha regresado a invertir en empresas «con una buena gobernanza, sin exceso de deuda, que vendimos en su momento por el aumento de la cotización y que con las caídas volvemos a comprar». Un claro ejemplo de esta estrategia ha sido la reincorporación de Ryanair a la cartera, después de que la acción de la aerolínea irlandesa llegara a cotizar a 14 euros, frente a los 20 euros a los que la habían vendido durante el segundo trimestre.
La Cautela ante la Coyuntura Económica
De la Lastra ha señalado que el verano ha sido «más complejo de lo que parece» para los mercados financieros. Si bien la desaceleración de la inflación y el enfriamiento del mercado laboral hacen prever «inminentes bajadas» de los tipos de interés, el ejecutivo advierte que el consumo puede entrar en horas bajas, lo que obliga a mantener una actitud prudente en la construcción de las carteras de inversión.
En este sentido, el directivo de Panza Capital subraya que la buena gobernanza de las compañías parece ser un «buen compañero de viaje a largo plazo» en el actual contexto económico. Además, destaca que las cuentas del segundo trimestre y las expectativas para lo que resta de año de las empresas empiezan a mostrar «algunas grietas», sobre todo en aquellas compañías vinculadas al consumo de ticket pequeño.
Análisis Sectorial: Luces y Sombras
Más allá de la estrategia general de la gestora, De la Lastra también ha ofrecido un análisis de la situación en diversos sectores de la economía. Así, ha señalado que la actividad en construcción sigue muy deprimida, si bien las compañías ya se están preparando para una posible reactivación tras la bajada en los costes de financiación.
En el sector del automóvil, la normalización en la cadena de inventarios ha provocado una caída en las ventas de los fabricantes, aunque estos ostentan todavía unos márgenes elevados. Por su parte, el sector industrial ha tenido que ceder en los precios tras la fuerte caída de los costes de energía, como ejemplifica el caso de Arkema, una compañía química que forma parte de la cartera de Panza Capital y que «mejora gradualmente las ventas, pero todavía no es capaz de subir precios».
En definitiva, la gestora Panza Capital ha demostrado una vez más su capacidad de adaptación a las cambiantes condiciones del mercado, reajustando su cartera de inversiones para aprovechar las oportunidades que ofrece la volatilidad y mantener una posición sólida ante la incertidumbre económica que persiste en el horizonte.