Es necesario reivindicar el poder de las tartas saladas para recordar que los pasteles no son exclusivos del mundo dulce. Son una excelente opción para comidas o cenas en familia, ofreciendo un plato original que rompe la rutina y aporta un toque festivo. No queremos limitarnos a las conocidas quiches ni a las masas compradas como el hojaldre o la masa quebrada. Prepara algo más especial y sorprendente, pero sin complicarte demasiado, como una tarta salada de patatas. No te preocupes por la cantidad de hidratos de carbono, ya que aquí la patata no se añade a la masa, sino que se convierte en ella. Y aunque así fuera, los pasteles salados con patata, incluso las pizzas, son platos muy ricos y nutritivos que también disfrutamos.
9ALGUNAS VARIANTES
Este pastel de patatas y queso es muy versátil y admite numerosas variantes. Puedes sustituir el Gruyere y el Comté por otros quesos como el Cheddar, el Emmental o el Roquefort, según tu preferencia.
La cebolla caramelizada puede agregar un sabor dulce y profundo. Simplemente saltea las cebollas en un poco de mantequilla hasta que estén doradas y agrégalas entre las capas de patata y queso.
Añadir trozos de jamón cocido o bacon crujiente puede hacer el pastel más sustancioso. Distribúyelos entre las capas de patata y queso. Además del romero, puedes experimentar con otras hierbas como tomillo, orégano o salvia para darle diferentes matices de sabor. Infusionar la nata con ajo antes de verterla sobre el pastel puede añadir un sabor extra. Simplemente calienta la nata con un par de dientes de ajo, deja reposar y retira el ajo antes de usarla.