Es necesario reivindicar el poder de las tartas saladas para recordar que los pasteles no son exclusivos del mundo dulce. Son una excelente opción para comidas o cenas en familia, ofreciendo un plato original que rompe la rutina y aporta un toque festivo. No queremos limitarnos a las conocidas quiches ni a las masas compradas como el hojaldre o la masa quebrada. Prepara algo más especial y sorprendente, pero sin complicarte demasiado, como una tarta salada de patatas. No te preocupes por la cantidad de hidratos de carbono, ya que aquí la patata no se añade a la masa, sino que se convierte en ella. Y aunque así fuera, los pasteles salados con patata, incluso las pizzas, son platos muy ricos y nutritivos que también disfrutamos.
3PREPARAR LAS PATATAS
Lavar y pelar las patatas. Cortarlas en rodajas finas, de aproximadamente 2-3 mm de grosor. Puedes usar una mandolina para asegurarte de que las rodajas sean uniformes. Por otro lado, rallar ambos quesos, el Gruyere y el Comté, y mezclarlos en un bol. Reserva un poco de esta mezcla para espolvorear encima del pastel al final.